XII

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Dejando de lado el problema que estaba ocurriendo en la oficina de Nayeon, por ahora en el lugar donde se encontraba Mina la cosa estaba peor.

O tal vez solo es una pequeña exageración. Ya que la japonesa les había explicado desde el principio hasta el final lo que pasaba con la coreana. La pareja estaba preocupada por ella.

De cierta forma comprendían por lo que pasaba. ya que de jóvenes llegaron a pasar por lo mismo.

- ¿Estás bien, Mina?. - esa simple pregunta por parte de Somi hizo que Mina tratara de no mirarla a los ojos y en especial a su amiga, nunca se había sentido tan avergonzada de algo.

¿Qué debía responder? Eran claras las respuestas pero ella por primera vez en su vida quería ser honesta con las personas que amaba.

- No, no estoy bien. T-tengo miedo.

La chicas no sabían el porque de su respuesta y tampoco la querían forzar para que hablara.

- ¿Está mal que me sienta así?.

- Por supuesto que sí, cariño. - Somi sostuvo su mano tratando de confortar el ambiente. - Es más que normal, cualquier persona lo puede sentir y más si es algo nuevo. Pero dinos... ¿Ella te gusta en verdad?.

- E-es lo que estoy tratando de averiguar, todo esto es muy extraño y no sé que hacer.

- Además de nosotras dos, ¿Quién más sabe de esto?. - Mina lo pensó un rato, en realidad solo sus más cercanos lo sabían. - Sana y Vernon. Pero Vernon cree que estoy confundiendo mis sentimientos y bueno Sana me dijo que me iba apoyar.

- Ya veo.

- Además no sé cómo decirle a mi madre sobre esto. Sería muy incómodo decirle que me gusta una chica.

- Pues la verdad si es incómodo salir del closet. Más si no sabes el como se tomarán la noticia tus padres. - dijo Chaeyoung mientras jugaba con la pulsera de su muñeca. - Aunque independientemente de lo que te digan, recuerda que tienes a tus amigos más cercanos.

- Gracias, chicas.

- ¡Hey! No agradezcas por eso estamos las amigas. - Chaeyoung le sonrió dulcemente.

Ellas no lo sabían pero por fin Mina tenía un peso menos encima. La chica por una vez en su vida sentía que podía respirar en paz.

- Lo mejor será que me retire. Espero volver hablar así con ustedes chicas. Gracias por todo. - Mina se levantó de su lugar dispuesta a retirarse. Ella sabía que tenía que llegar a su hogar antes que sus amigos hicieran alguna tontería.

- Nos avisas en cuanto llegues a tu departamento. Y por favor vete con cuidado. - la japonesa solo alzo su pulgar hacia su amiga, para después caminar hacia la salida del edificio.

•••

Por otra parte Nayeon estaba en cocina mientras preparaba algo de cenar. De alguna forma debía distraerse por lo de la tarde.

Esa simple frase no paraba de rondar en su cabeza. Era algo muy incómodo para ella.

<<Te gusta Mina>>

No, no y no.

A ella jamás le podría gustar ella. Admitía que era bastante tierna, y a la vez un tanto ruda por sus tatuajes... Oh sus fabulosos tatuajes, son tan geniales que quisiera ver cada uno de su cue...

- ¡DEJA DE PENSAR ASÍ, IM NAYEON!. - se dijo así misma dejando el cuchillo a un lado. Tanto fue su grito que su pobre gato había salido corriendo hacia cualquier lado del departamento por el susto. - Genial... Ahora hasta mi propio gato huye de mi. - suspiro por el desastre que hizo.

What Can I Do?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora