XXII

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Nayeon se había despertado por su alarma que no dejaba de sonar, otra vez se había quedado dormida en su escritorio por haber estudiado hasta tarde.

Se estiró y verifico la hora en su reloj.

— ¡CARAJO!.

Por la fuerza se cayó hacia atrás y se levantó corriendo dirigiéndose al baño. Debía lavarse rápido la cara, y ponerse el uniforme.

— ¡IM NAYEON, APURATE!

Nayeon bajo corriendo las escaleras no quería llegar tarde, debía mantener sus excelentes notas si quería entrar en Yonsei.

— Espero que el hecho de haberte quedado dormida haya sido por estudiar y no por ver tu estúpida serie esa.

— Mamá, mínimo dale los buenos días. — dijo uno de sus hermanos mayores.  — Ella hace su mejor esfuerzo.

— ¿Ajá?. ¡Desayuna rápido en vez de meterte en dónde no te importa, Do Joon!

El chico universitario se levantó del enojo no quería seguir viendo está situación.

Nayeon mantuvo su rostro agachado le daba vergüenza ver a sus otros tres hermanos.

— ¿Quieres que te lleve, Nay? Más bien, ¿Las llevo chicas?. — Nayeon sonrió ante la propuesta de su hermano. Hyun Woo era muy amable y protector con ella, y sus hermanos. Amaba a su hermano mayor porque la entendía a la perfección.

Durante el viaje todo estaba muy tranquilo, para ella era muy cómodo.

Además que su hermana menor por primera vez estaba en silencio, o tal vez era porque su otro hermano no venía.

— Nay, ¿Cómo va la escuela?

— Pues... Bien, supongo.

— ¿Supones?

— Woo, todo está bien, solo estoy estresada por el examen de la universidad.

El mayor solo asintió.

— Llegamos, recuerda ir a tus clases extras.

— Pero...

— Nay, ayer llamaron a la casa, afortunadamente contesté yo. Me dijeron que no fuiste, mira me agradan tus amigas, y me fascina que te puedas distraer pero solo no descuides la escuela, ¿Bien?

La coreana solo suspiro, su hermano tenía razón en eso.

— Está bien... Iré... Pero solo por ti.

— Me parece perfecto, Nay.

Las clases estaban pasando rápido, para ella no era difícil porque podía resolver todo con su buena memoria.

Con Jihyo y Jeongyeon apoyandola era lo mejor, así no hacía tanto caso a los malos comentarios de las chicas "bonitas".

Pero lo que si odiaba era que si la encontraban sola era lo peor.

— ¡TE ODIO!

Fue lo que oyó después de la patada en su estómago. Para después ver obscuridad.

•••

Nayeon solo sintió que era bajada de un lugar. ¿Aquello había sido un sueño?.

Se sentía demasiado débil.

No entendía lo que pasaba.

Hasta que recordó que venía de regreso de casa de Mina. Estaba segura que el semáforo estaba en verde y que no era su culpa el accidente.

Se preguntaba de dónde había salido ese auto.

— Ohh... Eres la chica de la tele. — oyó como la voz de una chica le hablaba.

What Can I Do?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora