XXIII

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Los días en el hospital para Nayeon pasaron muy lentos, ni siquiera sabía que hora era o bueno tal vez lo sabía, solo porque le traían a ciertas horas su medicina y también venían a limpiar sus suturas.

Su brazo al fracturarse los doctores tuvieron que ponerle clavos, eso para ella le daban demasiado pavor al ver como sobresalían.

- ¡Ya estoy harta!

- Cielo, solo espera unos días más.

- ¿Más? Mina, ya me quiero ir, extraño a Zeus. No me has dicho cómo está mi hijo.

- El está bien. Jihyo recibió la llamada de tu vecina para saber si estabas bien porque ya era muy tarde.

- Le debo una a Seulgi. Debe estar muy preocupada.

- Además...

- ¿Por qué esa cara?

Nayeon se puso nerviosa por cómo su novia parecía triste. O más bien preocupada.

- ¿Amor?...

- Alguien entro a tu casa... Y tal parece que te quería hacer daño. Tumbaron la puerta de tu departamento y había un cuchillo en el suelo. Los policías nos dijeron que solo se llevaron tus joyas y tú computadora.

- Dios... ¿Crees que?...

- ¿Si fue Jinyoung? No lo sé, pero JaeHwan y Kibum, ya están investigando. Nos dijeron que es el principal sospechoso y también mi tío Jonghyun nos ofreció protección en caso de que Park apareciera.

- Oh... ¿Por qué nunca me dijiste que tenías familia en la policía?

- No lo sé, es como preguntarte, ¿Por qué no me dijiste que tu madre es mi actriz favorita?.

- Yo... ¡Mi brazo duele!. - grito evadiendo la pregunta.

— Aja.







•••





Después de algunas semanas de estar en el hospital. Por fin Nayeon podría ir a su casa.

Era algo que ella esperaba desde hace tiempo, ya quería llegar y ser recibida por su bebé. Aunque ese era su plan, lamentablemente todo había cambiado de rumbo.

— ¿Entonces iremos a tu casa?

— Si amor, en lo que terminan la investigación de lo que pasó en tu departamento, te quedarás en mi casa.

— Pero...

— Mi tío Jonghyun, me lo recomendó en lo que averigüa si el hecho que hayan robado tu casa, también tiene que ver con tu accidente.

— ¿Y Zeus?

— Fui por el un día después de que te internaran.

— Ya veo...

Después de eso hubo un silencio brutal en el auto. Ninguna de las dos quería seguir la conversación, para ambas los últimos días eran un desastre.

Sentían que nunca podrían estar en paz, se sentía como una novela donde las protagonistas debian luchar para quedar juntas.

— Llegamos.

Mina bajo del auto yendo directamente abrirle la puerta a su novia.

— Con cuidado, cariño.

— Gracias...

Nayeon debía estar con las muletas unas semanas más y eso era horrible. Para ella depender de ello era lo más humillante.

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⏰ Última actualización: Nov 15 ⏰

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