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| Regulus |
— ¿Estas segura? — pregunte.
— Algo, si... no, no lo sé — contesto Dorcas — creo que si termino con el no podré recuperarlo después — suspiro.
— Quizá si se lo explicas, lo entendería —
— Reg, sabes que él no estaría dispuesto a tener una relación a escondidas conmigo — mire a los ojos a mi mejor amiga y la vi abatida — de hecho, nadie que se quiera lo suficiente lo querría —
— Aún no habló con Regina — tenía que comentárselo — no sé cuál de las dos noticias sea peor para ella —
— Conociéndola quizá no le guste la de la marca, solo invéntale algo o yo que se —
Di un largo suspiro. Tenía que llevar a cabo cierras tareas, pero no eran cualquier cosa, tenía que casarme con mi mejor amiga, Dorcas Meadows — a la cual obviamente quiero — pero ambos amamos a otras personas, ni siquiera entiendo porque no la comprometen con Rosier. Además de que recibiría la marca tenebrosa, eso me hacía sentir hasta cierto punto bien pero no estaba muy seguro de cómo lo tomaría Regina, su familia biológica es sangre pura, pero su familia adoptiva no lo era del todo. Mierda.
Caminaba por uno de los grandes pasillos de la escuela, a veces pensaba en lo rápido que pasaba el tiempo, solo dos años más y saldré de aquí, no sé qué esperar fuera del colegio, pero dudo que sea del todo grato.
Llevaba entre mis manos un pulcro libro de pociones, podría decir que era mi materia favorita y por ello me dirigía a aquella aula, sin embargo, mientras dejaba mis pasos en el suelo escuché una no tan lejana conversación.
— No lo sé, ni siquiera sé si te agrado —
— No tengo nada en contra de ti Regina, de hecho, me pareces una chica bastante agradable y preciosa, lo que yo no entiendo son dos puntos, el primero ¿por qué estarías con mi hermano? Y el segundo ¿por qué eres Slytherin? Eres demasiado buena para eso — maldito Sirius, siempre tenía que hacer eso.
— Canuto, deja de decirle eso, así no confiará en nosotros — exclamó James Potter.
— Miren chicos, estoy algo ocupada por ahora, pero tomaré en cuenta lo que me dicen — comencé a acercarme — Gracias y con permiso —
— Si necesitas ayuda solo mándame un patronus — susurro Sirius cerca de mi chica.
Y al mismo tiempo en que ellos se marchaban yo llegue directo a tomar la cintura de Regina para darle un beso en forma de saludo.
— ¿Que hacías corazón? — pregunte fingiendo que no había escuchado parte de una conversación momentos antes.
— Conversando con tu hermano, nada importante — sonrió tranquilamente, tanto que comencé a sentirme igual.
