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| Regina |
Mis pasos eran lo único que se podía escuchar entre los pasillos silenciosos del colegio, no era una cosa del otro mundo ¿o sí?
Desde hace unos días quiero confesarle a Reg que me convertí en animaga, nadie a excepción de mí y Andrew — el cual lo descubrió por accidente — sabe que logre ser un animal, por eso me burlo cada que puedo de lo buena que soy en dicha clase de Transformaciones y como a Reg es la única materia que no le sale tan bien.
Estaba decidida a hacerlo, solo me preocupaba que... que... en realidad no me preocupa su reacción me preocupa que alguien más se entere 'porque técnicamente estoy cometiendo una violación ante la ley mágica, pero no es mi problema que estuviese tan aburrida y quisiera intentarlo y peor o mejor aún, lo logre. La cuestión ahora era el lugar, quizá en su habitación sería un buen lugar, solo esperaría a que los chicos salieran.
— Hmm, Reg ¿crees que podríamos hablar? — toque su hombro y aunque intente ser lo más discreta posible nuestros demás amigos voltearon a vernos.
— Claro — me volteo a ver con una sonrisa.
— En privado — me mordí el labio inferior en señal de nerviosismo.
Asintio levemente y mostrándose serio, quizá por mis actitudes lo espante.
— Vamos si quieres al patio o a mi habitación — y justo hizo lo contrario de lo que quería.
— Black que son esas insinuaciones — se burló Evan.
— Las mismas que haces tu y Dorcas — mi amiga estaba riendo hasta que Reg lo menciono y sus mejillas se pusieron rojas.
— vámonos ya — susurre.
— Pero recuerda que tenemos que estudiar Transformaciones, quedaste de ayudarme — levanto la voz Barty, se veía nervioso.
— Aww Barty, primero le enseñara a Regulus — se burló ahora Dorcas.
Le saque la lengua de manera agradable y tome la mano de Reg.
— Te veo en un momento — avise a Barty.
Y así nos conduje hacia su habitación.
— Reg sabes que entre nosotros no hay secretos ¿sí? — me senté frente a él.
— Me asustas ¿estas bien? — se arrodillo frente a mí.
— Lo único que quiero es que no haya secretos entre nosotros, así que quiero confesarte algo bastante íntimo y quiero que guardes el secreto — asintio ligeramente.
— Por supuesto que si corazon —
Me levante de la cama y me pare frente a él, ahora era el el que se encontraba sentado, respire profundamente y cerre mis ojos, si era sincera no hacia esto muy a menudo, porque fue ahí cuando me di cuenta de que ser animaga solo era una meta personal, jamás lo hice para algo en específico. Me concentre y en algún punto me senti demasiado ligera, lo que significaba que ya me habia convertido, abrí los ojos y lo vi, ahí estaba Regulus mirándome con sus hermosos ojos grises un tanto asombrado y con los labios ligeramente semi abiertos.
