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Jungkook se encontraba tan frustrado, ya había pasado una semana y aún no sabía nada de Jimin. Estaba tan enojado y triste por eso, su lobo quería estar cerca de su omega y cachorros.

-¡Mueve ese maldito culo Wang!_gritó enojado_ -¡Llevas más de la semana y no puedes averiguar a donde se fue Jimin!._gruñó_

-¡Es lo que hago!, pero creo que Jimin hizo que sus registros desaparecieran._tomó aire y continuó_ -Y los del maldito aeropuerto no quieren soltar ni una palabra, por más que los soborne._suspiró viendo a su amigo de esa forma_

-Sigue investigando, sobornalos, no quiero que escatimes en dinero. Dales todo lo que quieran a los del aeropuerto para que me digan a donde se fue mi omega._ miró suplicante a su amigo_

-Lo haré. Pero... Jungkook no puedes seguir así,_lo miró con decepción_ -Has descuidado las tierras, Hoseok ya no se da a basto. Y yo no puedo ayudarlo por investigar lo de tu omega. Tienes muchos papales que firmar, tratos que cerrar con compradores muy importantes. Tienes que ir a checar las demás haciendas, fábricas y empresas.

Jungkook solo asintió, había descuidado sus tierras por estar en su habitación extrañando y llorando por su omega. Y después de eso solo jugar con su hijo, era la única persona que lo hacía sonreír. No podía seguir así.

-Tráeme los papales y contratos, los revisaré.

Jackson asintió con una sonrisa.

Casi toda la tarde que el mayor de los Jeon no había salido de su despacho por trabajar, si que tenía mucho que hacer. Llegó la hora de dormir y era el último contrato que estaba por ver.

Se trataba de una empresa que se la hacia conocida e interesada en comprar su mercancía de verduras y ganado. Se le hizo algo extraño y no sabía porque. Siguió leyendo y le interesó, pero sólo había un pequeño detalle.

Tenía que viajar a Italia.

A fuerzas lo tenía que hacer, tanto por conocer que tanto era el prestigio de esta y a donde irían a parar sus productos. Odiaba este tipo de viajes, eran tan cansados y aburridos. Y más ahora que necesitaba encontrar a su omega. Llegó al acuerdo de mandar a su hermano, no le gustó ya que el viaje era mañana, el último día para cerrarlo era dentro de dos días.

No quería ir.

Los minutos pasaron, y ahora hablaba con su hermano sobre este viajes.

-No puedo ir Jungkook._dice Hoseok_
-Mañana tengo que ir a New York para lo de otro contrato, ya confirmé. No puedo concelar, lo siento pero tienes que ir tú.

El alfa asintió frustrado. -Bien, no me queda de otra.

Ambos fueron a sus recámara para dormir, mañana sería un día muy ajetreado y lleno de sorpresas.

Italia.

Jimin despertaba recién, eran casí el medio día. Toda esa semana se le había en dormir y comer, no tenía ánimos de nada. Aunque dijera y se auto convencía de que no extrañaba de su alfa, se estaba engañando. Porque lo extrañaba demasiado, necesitaba de sus cuidados y besitos de las buenas noches.

Lloraba por las noches por querer encontrar en algún lugar el aroma de su alfa, lo necesitaba cuando lloraba y tranquilizarse.

-Jimin, entiendo que lo extrañas pero tienes que seguir con tu vida._le aconsejó la alfa_ -Puedes encontrar a otro alfa para padre de tus cachorros y...

No terminó de hablar cuando recibió un fuerte gruñido de enojo del omega, haciéndola callarse.

-Mientras cachorros solo tendrán un padre, Lisa. Además no necesito de otro alfa para hacerme cargo con mis hijos._dice mientras la mira mal_

-Yo, yo lo siento si te ofendí Jimin._se disculpó_ -Pero no puedes seguir así.

-Lo sé, pero no puedo evitar extrañarlo._una lágrima rodo en su mejilla limpiandola al instante_ -Para mi siempre será mi alfa.

La alfa solo lo abrazó escuchando los sonzollos de su mejor amigo. Hace un rato había estado con Yoongi que estaba igual extrañando a un tal Hoseok, sabía que la estaba pasando mal pero... Jimin estaba peor, su situación era más complicada. Estaba en espera de cachorros.

-En dos días viene el distribuidor, tu madre quiere que estés presente para que te vayas adaptando a el negocio._habló lisa después de minutos cuando escucho ya no llorar a su amigo._ 

-Esta bien_respondió más tranquilo_ -¿Pero que no el dueño tiene que venir?, ¿porque manda a su distribuidor?._preguntó algo confundido_

-No lo sé, ya sabes que algunos empresarios mandan a sus empleados a resolver esos asuntos._explicó_

El omega asintió algo dudoso, no sabía el porque se sentía emocionado y feliz para que llegara el día que fuera a la empresa.


Dos días después.

 

Jungkook bajaba del avión, estaba que corría. Se vuelo se había atrasado dos horas por una tormenta. Y tenía la cita a las 3 de la tarde y solo faltaban 20 minutos para su cita. No le hiba a dar tiempo ni de hospedarse en un hotel. Tomó el primer taxi rumbo a la dichosa empresa, no se presentaría como el dueño, si no como un simple distribuidor. Siempre había sido así.

Jimin estabas en la Sala de juntas vestido elegantemente con su traje negro, zapatos muy limpios que brillaban, su cabello muy bien peinado y maquillado levemente. Tenía que ocultar sus notables ojeras por no dormir bien. Además de que su pancita ya se hacía algo notable y aún más con el traje ajustado hacia que resaltara su vientre.

Estaba hermoso.

-Madre es muy tarde, ese alfa no vendrá. Lleva medía hora de retraso._bufó desesperado de estar sentado esperándolo_

-Lo sé, además ni se de quien se trata, el que mandó ese contrato fué EunWoo._dijo molesta_ -No me quiso decir con quien era ni mucho menos el nombre de la empresa. Dijo que sería una sorpresa._rodó los ojos_
-Pero nos conviene, EunWoo me dijo que es muy importante y millonario. Deberías de conocerlo mejor.

Jimin entendió lo último y la miró mal, se levantó de su asiento y caminó hasta el gran ventanal de vidrio mirando los grandes edificios por todas partes, nunca pensó decir esto pero.... Extrañaba el campo, extrañaba el aire libre de contaminación.

Extrañaba a esos gallos despertarlo por las mañanas.

Negó riendo, jamás pensó extrañar algo que antes detestaba, los animales, la tierra y los pueblerinos.

Estaba tan centrado en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando abrieron la puerta de la Sala de reuniones y entró un alfa.

A sus fosas nasales un potente aroma de chocolate amargo con menta. Lo inhaló profundamente, debía de estar delirando. No era posible que ese aroma estuviera ahí, Jungkook no sabía donde estaba.

-Buenas tardes.

Una potente y ronca voz resonó en la Sala, el aroma del alfa se esparció por toda la Sala de reuniones. Haciéndolo tener una aura potente y llena de dominación.

Las manos de Jimin tamblaron, sus ojos se llenaron de lágrimas que sin previó aviso bajaron por sus mejillas empapadolas. Su corazón latía con fuerza, su lobo arañaba en su interior, quería ir y lanzarse en los brazos de su alfa.

Era la voz de Jungkook.









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Gracias por leer 🍓.


Fer 🤍.

Eres mi fresita ║KOOKMIN║  ♡Omegaverse♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora