Entre dagas 🗡y rosas 🌹

Capítulo IX - Justicia

Marinette y Alya caminaban por el pueblo después de haber hecho algunas compras en el mercado que se desplegaba en el centro del pueblo durante toda la semana, Marinette cargaba un poco de harina que le habían encargado sus padres, últimamente estaba cada vez más cara, pero no podían dejar de producir para el pueblo y sobre todo para cubrir la cuota que les exigía el rey para comerciar y para consumo en el palacio.

-Amiga amiga, creo que tienes mucho que contarme- dijo la morena dándole un codazo en las costillas a la mujer.

-¿Yooo?, jajaja sí ¿verdad?, ya tiene días que no platicamos- respondíó Marinette nerviosa, temiendo que alguno de sus secretos hubiera sido revelado, el hecho de que era una guerrera secreta con poderes, que se había enamorado de un foráneo del que no sabía nada, o quizás que había salvado la vida del príncipe, la azabache sacudió la cabeza para disipar todos esos pensamientos.

-Ayer te saliste de la reunión de la resistencia con Luka por bastante tiempo, Pierre estaba muy muy borracho y muy celoso maldiciendo al pobrecito músico- dijo su amiga -¿Cómo le haces para enloquecerlos así?- preguntó.

-Oye, cálmate, eso no es cierto, Pierre es un calenturiento que se aprovecha de su posición de caballero del rey para embaucar a las jovencitas crédulas, pero yo no me fio de él y ni loca me involucraría con él- respondió enojada.

-¿Y Luka?- preguntó Alya levantando sus cejas, tratando de que su amiga confesara.

-Oh Luka, es un gran amigo, pero nada más, tú sabes que lo intentamos pero entre nosotros nunca hubo... ya sabes, chispa, yo lo quiero mucho, pero no estoy enamorada de él- respondió con tristeza.

-¿Y entonces qué fue eso de ayer?, yo pensé que habían regresado- preguntó curiosa.

-No Alya, solo me aconsejaba que tuviera cuidado con los planes de la Resistencia, además- dijo la chica acercándose al oido de su amiga para susurrarle- mi corazón ya le pertenece a otro- añadió.

-¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿A quién? , ¿lo conozco?, ¿es parte de la Resistencia?- preguntó curiosa tratando de adivinar quien se había robado el corazón de la bella joven.

-No Alya, es un muchacho del pueblo vecino, dice ser hijo de un herrero, hace unas semanas, unos tipos me acorralaron, estuvo a punto de pasarme lo peor, pero el valiente jovencito se interpuso y me defendió, incluso hirió a uno de los hombres con su daga, después los dos huimos, solo nos hemos encontrado un par de veces, pero eso bastó para que no deje de pensar en él- dijo Marinette

-¿Queeeee?, ¿Cómo no me habías contado esto Marinette?, por Dios, ¿y quién ese ese muchacho? ¿Cómo puedes saber si tiene buenas intenciones?, eso del amor a primera vista no existe, y no creo que basten un par de veces para jurarle amor a otra persona- respondió Alya pensando que ahora sí Marinette se había vuelto loca.

-Es que Alya, la conexión fue tan poderos, nunca había sentido como si mi corazón estuviera en llamas, pero con solo mirar sus profundos ojos color esmeralda, basto para sentir que mi cuerpo estaba a punto de estallar en una combustión instantánea, nunca había sentido eso antes- dijo la azabache posando su mano derecha en su corazón.

-Dios mío, creo que te has vuelto loca amiga- dijo la mujer castaña.

-Sabes, me prometí a mi misma no casarme y mucho menos entregarme a ningún hombre hasta que esté enamorada, no me importa que sospechen de mi por ser una mujer soltera y sin compromiso alguno a esta edad, pero quiero un amor de verdad- respondió Marinette.

-¿Y si nunca lo vuelves a ver?- preguntó Alya.

-Soy capaz de ir a buscarlo al pueblo vecino y si no lo encuentro, entonces moriré de amor- insistió llevando la mano a su cabeza dramáticamente como si se fuera a desmayar.