Entre dagas 🗡y rosas 🌹

Capitulo XVII -Atrapada en el palacio

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La puerta de la taberna que servía como punto de reunión de La Resistencia, se abrió violentamente.
-Luka por Dios, nos asustas ¿No puedes tocar?- lo cuestionó Nino quien había estado tomando y se sentía algo mareado.
-Es una emergencia, la guardia real estuvo en el pueblo, es probable que estemos en peligro- dijo, provocando que al momento todos los jóvenes se pusieran de pie y comenzaran a guardar toda evidencia de la reunión, panfletos, papeles, mapas, etc.

-Luka ¿Dónde está Marinette? - dijo Alya denotando gran preocupación por su mejor amiga.
-Eso es lo mas grave, la guardia real se la llevó al palacio- dijo con seriedad.

-Ay Dios mío, no puede ser, no puede estar pasando esto- dijo Alya mientras sentía que el corazón se le desbordaba del pecho.
-Pierre, tienes que ir al palacio, a verificar que Marinette esté bien, por favor- suplicó Alya al joven miembro de la guardia real que se encontraba con ellos.

-¿Y yo por qué tengo que estar cuidándola de los problemas en los que se mete?, ella fue la que decidió juguetear con el niño mimado del principe y estas son las consecuencias- dijo dándole un último sorbo a su bebida denotando indiferencia.
-Eres un ser despreciable Pierre- le reclamó Alya -No dudaría que un día de estos termines traicionándonos- añadió.

-Basta, calmémonos todos, Pierre por favor, tú eres nuestros ojos y oídos dentro del palacio- suplicó.
-Esta bien, pero la panadera me va a deber un favor- respondió, se levantó haciendo ruido con su pesada armadura y se marchó.
-Solo espero que no le hagan daño a Marinette- añadió Alya.

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Al llegar al castillo la azabache caminó por el enorme pasillo que dirigía a la sala de audiencias del rey, detrás de ella cuatro guardias reales la escoltaban.
-¿A dónde vas?- dijo Nathalie al ver a Adrien entrar detrás de los guardias.
-A la audiencia- respondió cortante.
-Tu padre no te convocó- replicó la mujer con frialdad.

-Pero tengo que hablar con él, no tiene nada que cuestionarle a Marinette, en todo caso a quien tendría que interrogar es a mi, porque yo la invité al baile- respondió.

-En lugar de perseguir a esa jovencita, deberías estar hablando con Kagami, ella y su madre se quedarán a vivir aquí en el palacio y pronto será la boda, lo mejor es que aclares las cosas con tu prometida- dijo la consejera del rey.

-¡¿Qué?! , Kagami ni siquiera quiere hablar conmigo, me odia por lo que hice, mucho menos va a querer ser mi esposa, no tengo nada que hablar con ella ni con su madre- respondió el rubio enojado.

-Adrien, hazme caso, si sigues persiguiendo a la hija de los panaderos, las cosas no terminaran bien, ustedes son de mundos diferentes, tu eres un principe y algún día serás un rey, debes cumplir con tu destino casándote con una dama que sea digna de ti y tu padre ha decidido que Kagami es la indicada- dijo la mujer tratándolo de persuadir.

-Si hablamos de destino, tú más que nadie sabe que si el mío se cumple, yo nunca voy a ser rey, así que no tengo nada que perder- respondió el príncipe molesto.
Nathalie apretó lo labios, mientras Adrien se daba la vuelta.

-Quizás tu no, pero Marinette sí, ya conoces a tu padre cuando alguien se interpone en sus planes- vociferó cortante la mujer.
Adrien se detuvo en seco, apretó los dientes lleno de rabia -Por eso voy a protegerla- replicó.

Las puertas de la sala de audiencias se abrieron y al fondo el rey estaba sentado en su trono comiendo uvas de un lujoso platón de oro.
-Su alteza, hemos traído a la jovencita, como nos lo pidió- habló el caballero tomando a la azabache del brazo y empujándola hacia el interior de la sala, la chica hizo un gesto de dolor y trató de mantener el equilibrio para no llegar al suelo, pero fue imposible, así que cayó arrodillada ante el rey.