𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻. 𝗺𝗲𝗺𝗼𝗿𝗶𝗲𝘀

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Ese martes era el cumpleaños numero 18 de Britney. Lo celebraron en su pequeño hogar que tenia junto a su padre, pero por mas precario que fuera no perdía su encanto. Las paredes estaban repletas de cuadros de ella y el en museos. Algo que apasionaba a ambos era la exótica pandora, y el museo tenía gran variedad de artefactos na vi, fotografías y cadáveres de animales exóticos. Britney solía pasar todos los días estudiando apasionadamente sobre la vida en pandora, sin embargo, su padre dicto que ese día se diera un respiro. Su progenitor horneó un pastel con la escasa comida que tenían, escribiendo con glaseado su nombre arriba de este. 

— Que los cumplas feliz! que los cumplas feliz! que los cumplas mi querida Britney! que los cumplas feliz...— Canto su padre mientras tenia en sus manos el gran pastel, apoyándolo sobre la mesa.— Vamos hija, sopla, pide un deseo. — Pidió sentándose a su lado.—

— Papá, gracias, pero no era necesario que hicieras esto. Es mejor que vayas a descansar, es muy tarde. — La rubia tomo entre sus manos la mano de su padre.—

 El hombre sonrió, y negó con su cabeza. Tenia una sonda en su nariz, la cual Britney miro con cautela unos segundos para luego mover su mirada hacia sus ojos otra vez. 

— ¿Cómo que no es necesario? es tu cumpleaños hija. Eres mi mayor orgullo, te mereces esto y mas por tu arduo trabajo, vamos, pide un deseo. — Dijo calmado, no quería que su hija se enoje.—

La chica cerro los ojos y soplo la vela. Un deseo es solamente un deseo, y ahí se queda. No le dio mas vueltas al asunto.

 — Bien ya lo hice, ahora es momento de tu medicina. Vamos a la habitación. — Britney se levantó, tomando los manubrios de la silla de ruedas, conduciéndolo a la habitación compartida.—

 — Hija, yo se que lo hemos hablado muchas veces. Pero deberías aceptar la oferta de la RDA. Has puesto tu vida en pandora, tienes que ir, no pares por mi. Solo soy un anciano en tu camino. — Exclamó moviendo sus manos repetidas veces tratando de convencerla.—

 Britney revoloteó los ojos. 

— Ya te lo dije mil veces papá. Tu eres lo mas importante, lo de pandora es solo un sueño...no importa, tu si. — Explicó por milésima vez en el mes. Hacía ya unas semanas que la RDA le había mandado una vacante para el proyecto pandora, y viajar a ese planeta solo por bienes de investigación, gracias a su excelsa inteligencia. Aun así, tenia que hacer dos años de milicia antes de embarcarse, y ya estaban muy cerca de las fechas de inicio. Lastimosamente la chica lo rechazó, ya que su padre era más importante que cualquier otra cosa, y no le interesaba tener que dejar su sueño ir por su padre. —

Entraron en la habitación y Britney lo ayudo a subirse a la cama, lo recostó y acomodo, para que tomara sus pastillas. Si era sincera, si era importante pandora, siempre lloraba antes de dormirse por no poder ir, sin embargo era su padre, no podía abandonarlo. Le dolía demasiado, pero era su deber, ella era su única hija y lo amaba, haría todo por el. Pandora era su sueño desde pequeña, trabajo tan duro por ir a el, mientras tanto con el paso de los años su padre obtuvo un cáncer de pulmón terrible, que lo postró totalmente a una silla de ruedas, y a un tanque de oxígeno para vivir. 

𝐥𝐚 𝐪𝐮í𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 - Ao'nungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora