𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁. 𝗺𝗮𝗴𝗻𝗲𝘁𝘀

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Otra tormenta volvió a azotar las costas de pandora, después de la llegada de Britney hacía ya dos meses. Unos recuerdos regresaron a su mente en forma de pesadilla torturando su ser. 

Los truenos caían sin cesar sobre la profundidad del océano a lo lejos, provocando ruidos muy fuertes, los cuáles fueron capaces de despertar a la humana. Sus ojos llenos de lágrimas se abrieron, mirando hacia todos lados perdida, su respiración era brusca e inestable. 

Creía que se le saldría el corazón del pecho. De la nada un sentimiento de incertidumbre y terror se coló por su cuerpo, generando temblores en este. Recordó cuando los bastardos de la milicia la golpearon en el baño, en como casi fue abusada. 

También vino a su mente cuando encontró a su padre muerto en la cama de al lado, todos esos recuerdos formaron un torbellino en su cabeza, comenzando esta a zumbarle del dolor. Todo el dolor acumulado durante los años explotó dentro de su pecho, provocando inexplicables sensaciones.

 Por un lado sentía culpa, su padre, cuánto lo extrañaba. También recordó el miedo que experimentó en las instalaciones de la RDA. Lágrimas desbordaron de sus ojos, para finalmente abrazar sus rodillas, balanceándose suavemente. 

Los sollozos inundaron en Marui, acoplándose a los sonidos de tormenta, desesperación, agobio, todo eso mezclado gracias a una pesadilla. Estaba tan sola, se sentía tan sola, no quería estar sola nunca más, no quería volver a sentir un vacío tan profundo en su pecho jamás.

 Aonung vino a su cabeza, como si fuera arte de magia, en el podía llenar ese vacío tan profundo que se creó en ella. ¿Acaso era en la forma en la que la hacía sentir? era eso tan poderoso como para encontrar la paz dentro de ella, ¿Que clase de hechizo lanzó sobre ella? 

Estaba cansada de sentirse como una maldita loca cada vez que su mente daba vueltas en el Olo'eyktan, no era justo. Solo quería escabullirse entre sus brazos y permanecer una eternidad entre sus labios. Mierda, no quería aceptarlo, pero esa química que había entre ellos ya no era normal. 

Se levantó entre lágrimas y gimoteos, siendo golpeada por la lluvia torrencial que se expandía por el cielo. Corrió abrazándose a si misma, su pijama era tan solo una gran remera de los ghukis, una banda punk de su adolescencia.

Ya no tenía control de sus acciones, su cuerpo actuaba por si solo. Como si fueran polos opuestos. Corrió sobre las redes un rato más durante la madrugada, hasta que llegó al marui del varón. 

Su rubio cabello goteaba agua, su ropa estaba empapada marcando su figura, y mantenía una expresión asustada. 

— ¿Britney? ¿Que te paso? Te ves terrible. — Dijo gracioso, la chica no respondió nada y solo se tiró al suelo, continuando con su llanto.—

𝐥𝐚 𝐪𝐮í𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 - Ao'nungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora