Tʜᴇ Aʀᴄʜᴇʀ¹ || Bruce Wayne [The Batman]

18

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—i say i don't want that, but what if i do?—

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Se bajó de la motocicleta sintiendo aquel enojo consumirse en su interior, aquella venganza que le hacía gracia a su nombre, a las noches que pasó "vengando" la ciudad, ahora debía de terminar un último trabajo para cumplir con sus palabras.

Vengar a su familia.

Se quitó cualquier rastro de Batwoman de su rostro y rebuscó en su mochila la arma, notando que estaba cargada y suspirando cerró los ojos sintiendo sus emociones a flor de piel, podía ser un error, tendría que alejar aquellas sensaciones que terminarían destruyéndola, pero era imposible no pensar en matar a Carmine Falcone sabiendo lo que sabía.

Con una mueca entró al club como Kyra Kane, haciendo sonar sus botas negras altas junto al pantalón del mismo color con un top rojo y los labios del mismo color, con su cabello largo cayendo en su espalda.

Hizo una mueca cuando se movió rápidamente para no chocar con algunas personas que se la vivían en la fiesta, por el dolor que le surcó en la parte abdominal de su cuerpo, dónde estaba la herida reciente que el Acertijo le había provocado.

Se recargó en la pared cerrando los ojos, recordando a Bruce y lo enojado que estaría seguramente en estos momentos, pero no podía pensar en otra cosa que no fuera cumplir con su venganza, con la idea inicial de vestirse como un murciélago y salir a defender a la ciudad matando a criminales o encerrándolos.

Ella no era Bruce, no buscaba el bien común defendiendo a la gente.

Bruce no mataba, ella sí.

Agarrando fuerzas se enderezó y caminó hacia el lugar, acercándose al hombre que sabía la dejaría subir de inmediato. ― ¿Le puedes decir a Falcone que quiero verlo?

― No va a ver a nadie esta noche ― contestó dándole una barrida a su cuerpo, lamiéndose el labio inferior ocasionando asco en la joven.

― Dile que es sobre la princesa de la ciudad, sé qué hará una excepción por mí.

El hombre le sonrió mordiéndose el labio inferior. ― Todos haríamos la excepción por ti, preciosa.

El asco que se generó en su estómago la hizo voltear hacia otro lado, encontrándose con Selina a unos cuantos metros de su posición.

― El jefe dice que puedes pasar ― la voz la devolvió a su misión, olvidando a la gatita que se acercaba con las mismas intenciones.

Kyra le dedicó una sonrisa falsa antes de entrar al elevador que la conduciría con Carmine Falcone, movió su pie de arriba hacia abajo sintiendo la necesidad de sacar cuanto antes el arma e insertarle una bala en la cabeza a su "amigo".

No le importaba si terminaba muerta en ese mismo instante, solo cumplir su venganza era lo único en lo que pensaba.

Las puertas se abrieron y caminó por el pasillo lleno de seguridad encontrándose con la sombra del hombre al final de este, sintiendo a los hombres que protegían a Falcone a sus espaldas, esperando el momento en que intentara algo para acabar con su vida. ― Pero miren a quién tenemos aquí.

― Perdona la molestia ― utilizó todo su autocontrol para no lanzársele de inmediato.

― Nunca eres una molestia, lo sabes, preciosa ― se detuvo frente a ella dedicándole aquella sonrisa que según era para ella sola, acercó su mano a la mejilla de la chica acariciándola con lentitud y delicadeza.