Tʜᴇ Aʀᴄʜᴇʀ¹ || Bruce Wayne [The Batman]

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—'cause all of my enemies started out friends—

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28 de febrero del 2010

Sonrió tomando un sorbo de la copa de vino que tenía en sus manos notando de lejos la sonrisa maliciosa del castaño que también tenía un ojo en ella, como siempre.

Kyra sintió nuevamente ese movimiento en su estómago al notar como la sonrisa que el chico le había dedicado era borrada totalmente de su rostro cuando alguien se acercó a hablar con él, ladeó la cabeza notando lo que todos le decían: él es alguien diferente cuando está contigo.

Lo notaba, sí. Últimamente más que hace algunos meses.

Estaba a punto de cumplir diecisiete años mientras él había cumplido recientemente los diecinueve, prácticamente él ya tenía el total peso de las acciones de su padre y de todo el patrimonio que Thomas Wayne había dejado a nombre de su heredero.

Alguien le tocó el hombro y se encontró con una persona un tanto extraña, tenía unos lentes de sol y un aura de superioridad que no había visto desde esta mañana que se vio en el espejo.

― Disculpe, ¿lo conozco? ― la pelinegra preguntó.

― No lo creo, princesa. Mi nombre es Stefano Pierre.

Por alguna razón, ese nombre le generó una sensación de pánico y reconocimiento que no supo exactamente de dónde venía, ella jamás olvidaba un rostro y el de él no lo había visto, o al menos eso creía.

― Un gusto, mi nombre es Kyra Kane ― se presentó extendiendo su mano con buenos modales que siempre recordaba gracias a la pequeña vocecita de su cabeza que tenía el tono de voz de su madre.

Carmine bajo aquel seudónimo sonrió tomando la mano pálida y de apariencia frágil de la chica. ― A diferencia de ti, yo sí te conozco.

― Princesa de la ciudad, sí. Es algo que todos me repiten cada vez que me ven. ― murmuró alejando su mano del extraño que tenía nombre.

― ¿Qué haces aquí tan sola? Pensé que estarías con todos aquellos buitres que buscan aliarse a ti para cuando recibas todo tu patrimonio ser los primeros en devorar.

Kyra alzó una de sus cejas ante toda la información que había salido de la boca del hombre. ― ¿Cómo sabes todo aquello? ¿Eres acaso uno de esos carroñeros?

Falcone soltó una ligera carcajada llamando la atención del único Wayne vivo que se levantó de inmediato para ir hacia la chica, ignorando a todos los demás.

― Prefiero que me llames amigo.

Viendo de reojo como el príncipe de la ciudad se acercaba le sonrió por última vez a la chica y caminó nuevamente hacia el elevador que se cerró justamente cuando Bruce llegó hacia Kyra con ambas miradas puestas en él, Carmine Falcone sonrió teniendo su momento de alegría por lo que había conseguido hoy.

Cuando el elevador se cerró el heredero Wayne dirigió su mirada a su novia con una ceja alzada. ― ¿Puedo saber quién era?

Kyra lo observó encogiéndose de hombros. ― Un tal Stefano, no lo sé, siento que era algún accionista que quería hablar conmigo, mal por él que lamentablemente se va a tener que esperar un año para poder tener una conversación conmigo sobre inversiones.

Bruce sonrió notando de reojo como las miradas de la mayoría estaban en ellos, retrocedió unos pasos para que no sospecharan nada más de las teorías normales.