Época de amor||Christopher Veléz||

Capítulo 5

[Michelle]

Desde hace días ando muy distraída y deprimida por lo que mis padres me dijeron pero no puedo seguir así porque me puede costar el trabajo que me da de comer y creo que los condes se han dado cuenta de eso incluso el mismo joven Vélez y estos días ha estado más insoportable que nunca pero esta vez si le doy la razón porque no estoy trabajando bien como siempre pero mi cabeza sólo se mantiene en eso.

-Michelle tienes que entender que es tu deber y debes casarte con Stephen lo más pronto posible porque nosotros no podremos más adelante darle una buena dote por ti- habló mi padre ya un poco enojado

- Papá entiende, no me quiero casar con Stephen, no lo amo y no quiero ser infeliz- mi voz se cortó- mamá por favor- la miré suplicante y ella sólo me miraba con pesar

- Ni creas que tu madre te va a ayudar a salir de esta, tu misma aceptaste las condiciones cuando te dejamos trabajar en la casa de los condes sabiendo lo denigrante que es para ti trabajar si te vas a casar con un barón y sobre todo cuando tienes que soportar humillaciones por parte de esas personas de alta alcurnia- unas lagrimas rodaron por mis mejillas

- Papá, te lo pido- le supliqué- ¿por qué siempre has sido así de duro conmigo? ¿por qué quieres que deje mi casa?- sollocé

- Porque no puedo mantenerte toda la vida, suficiente tengo con mantener a tu madre y a tu hermano, tengo que darles a todos y no puedo porque mi trabajo no da para tanto y como tu ya estás trabajando fácilmente puedes mantenerte pero para que no tengas que seguir siendo la sirvienta de los condes Vélez es mejor que te busques un esposo para que te mantenga como lo hago con tu madre- terminó por decir con rencor, jamás he sabido porque él es así con nosotros cuando nosotros siempre le hemos demostrado amor

- Felipe ya basta, no la martirices más con eso. Ella debería poder elegir con quien casarse, si el problema es el dinero yo puedo conseguir trabajo para que ella no tenga que vivir infeliz por el resto de su vida

La miré con pesar, no entendía porque se casó con un hombre así si jamás le ha mostrado alguna pizca de afecto ni siquiera a mi hermano quien siempre ha buscado su aprobación pero él parece no tener sentimientos. Él volteó a verla enojado como si lo que hubiese dicho fuese lo peor del mundo.

- ¡¿Enloqueciste?! ¿No crees que ya te has humillado lo suficiente? y de paso a mi también, no puedo creer que propongas esa estupidez. ¡Ella se va a casar con Stephen le guste o no!- se retiró dejándonos solas y no pude evitar romper en llanto

- Hija- se acercó a mi poniéndose a mi altura para abrazarme y de inmediato correspondí el abrazo- te prometo que no dejaré que te cases de esta manera, no cuando sé que serás infeliz el resto de tu vida. Vas a ser feliz y te prometo- nos separamos del abrazo y acunó mi rostro en sus manos- te prometo que tu, tu hermano y yo seremos muy feliz y dejaremos de vivir de esta manera, sólo dame un poco de tiempo- su voz se quebró

- Mamá esperaré lo que tenga que esperar para que de una vez por todas podamos ser felices, sólo quiero que todo mejore

- Y todo mejorará- limpió mis lagrimas- ¿te acuerdas que te dije que tenía que decirte algo que cambiaría tu vida?- asentí- pronto lo sabrás y nunca más nadie volverá a humillarte, nadie mi vida

- Te amo mamá- sonrió entre lagrimas

- Yo te amo mucho más mi vida, ustedes dos son mi todo y por ustedes hago lo que sea- dejó un beso en mi mejilla

No quiero casarme con ese hombre que no conozco, no quiero ser infeliz por el resto de mi vida pero si tengo que hacerlo para que mi papá por lo menos trate bien a mi mamá y mi hermano lo haré. Hice esos pensamientos a un lado para seguir en mi trabajo, hoy en la noche los Vélez darían un baile y todos debíamos tener todo perfectamente preparado.