[Christopher]
6 MESES DESPUÉS
Estaba demasiado inquieto, no podía dejar de mover mi pie de lo nervioso que estaba por verla, sentía que iba a desmayarme si no la veía entrar por esa puerta. ¿Se habrá arrepentido? Dios, debo dejar de pensar tantas estupideces, la estuve cortejando por 5 meses y ahora está a punto de ser mi esposa como lo había soñado y no puedo esperar más para que por fin nos declaren marido y mujer.
La música empezó a sonar dando a entender que la novia iba a hacer su entrada, sólo espero que nada nos arruine nuestra boda, porque hace unos meses cuando hablamos con la reina para poder casarnos, hubo unos inconvenientes por lo de mis padres, lo de Amelia y lo de Stephen, quien llegó a reclamar a Michelle como si fuese suya y que él era quien debía desposarla. Todos se pusieron de pie en cuanto entró primero Chelsea repartiendo los pétalos de rosas blancas por el camino hacia el altar y fue cuando la vi entrar a la iglesia con su precioso vestido blanco, se veía preciosa y yo me sentía demasiado afortunado al verla caminar hacia mi para convertirse en mi esposa o más bien para que yo sea su esposo porque no es ella la afortunada sino yo quien tiene a la mujer más preciosa, más amorosa, más sincera y me tardaría muchos años en describirla.
Se me hizo eterno el camino hacia mi, quería tenerla ya en mis brazos y poder besarla para que sepa cuanto la amo, me giré sobre mi propio eje para quedar enfrente de ella en cuanto llegó a mi, levanté su velo para así poder ver ese precioso rostro, una sonrisa se asomó en su rostro y en el mío igual; por fin íbamos a cumplir nuestro sueño de estar juntos.
-¿Listos?- preguntó el sacerdote haciéndonos volver a nuestra realidad y asentimos- estamos aquí para celebrar la unión de la princesa Michelle Stephanie Scott con el conde Christopher Bryant Vélez- dio inicio a la ceremonia
Dirigí mi vista hacia Michelle y ella hacia mi, su mirada reflejaba una genuina felicidad al igual que la mía, era el hombre más feliz del mundo y de eso no tenía duda; adoraba a esta mujer más que a cualquier cosa y la amaría por el resto de mis días tal y como se lo merece.
-Princesa, ¿acepta usted al conde Vélez como su esposo, en la salud, en la enfermedad, en la pobreza, en la riqueza y así amarlo y respetarlo por todos los días de tu vida?- preguntó el sacerdote haciéndole salir de mis pensamientos, ella dirigió su vista hacia él
-Acepto- dirigió esta vez su vista hacia mi con una sonrisa- yo, Michelle, te recibo a ti, Christopher, como legítimo marido mío, y me entrego a ti como legítima mujer tuya, según lo manda la santa Iglesia católica
-Conde, ¿acepta usted a la princesa Scott como su esposa, en la salud, en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza y así amarla y respetarla por todos los días de tu vida?- fue esta vez mi turno, miré directamente a los ojos a la mujer quien en pocos segundos sería mi esposa
-Acepto, yo Christopher, te recibo a ti, Michelle, como legítima mujer mía, y me entregó a ti cómo legítimo marido tuyo, según lo manda la santa iglesia católica- finalicé con una sonrisa
-Entonces por el poder que me confiere la Santa iglesia católica y la reina de Inglaterra, yo los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia o más bien a la esposa- bromeó al final haciendo que todos rieran al igual que nosotros
No dudé ni un segundo más y la besé, ella de inmediato correspondió el beso; ahora era oficial, Michelle era mi esposa y estoy felizmente casado con esta mujer, todos aplaudieron en la iglesia y nos separamos lentamente mientras juntábamos nuestras frentes.
-Te amo Michelle, soy el hombre más afortunado del mundo al estar casado contigo, te prometo que de ahora en adelante te demostraré que haber esperado por esto no fue un error- acaricié con una de mis manos su mejilla
-Te amo más Christopher, sé que todo lo que pasamos ha valido la pena para que seamos felices el resto de nuestras vidas- dejó un corto beso en mis labios, tomé su mano y nos dimos vueltas para salir de la iglesia
Mi hermana menor salió corriendo en dirección a nosotros muy emocionada
-¡Michelle! Te lo dije, te dije que te ibas a casar con mi hermano y ahora eres una princesa- la abrazó emocionada, sonreí al ver aquella escena
-Así es Chelsea, tuviste la razón todo el tiempo y te lo agradezco mucho, me alegra saber que ahora somos familia- se puso a su altura para abrazarla mejor
-Chelsea devuélveme a mi esposa, ya la tuviste bastante tiempo para ti y ahora me toca a mi- de inmediato se separaron del abrazo, ayudé a mi esposa a retomar su postura
-Que celoso te me has puesto- comentó con gracia a lo cual mi hermana rio
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La miré directo a los ojos mientras acariciaba su cabello, estábamos a punto de volvernos uno solo y ella de entregarse a mi, me sentía muy nervioso pero a la vez estaba muy feliz porque ella se entregará a mi, seré su primer y último hombre.
-Te amo Chris- sonreí, ella se puso de puntas para poder alcanzar mi rostro y besarme
Posicioné mis manos en su cintura, no me contuve más y la besé, espero no estar soñando y si lo estoy espero nunca despertar de este sueño, la atraje más a mi y ella soltó un jadeo, nos separamos lentamente del beso no sin antes dejar un leve mordisco en su labio inferior
-Chris- dijo con la voz entrecortada
-Te amo Michelle, eres todo lo que esperaba y mucho más- la guíe hacia la cama mientras repartía besos por todo su rostro y su cuello
Ella cayó en la cama y me puse encima de ella sin dejar caer todo mi peso
-Prometo que seré cuidadoso y me detendré cuando me digas ¿está bien?- asintió algo tímida mientras me deshacía de toda su ropa y de la mía quedando ambos totalmente expuestos el uno al otro
-No te preocupes. Sólo hazlo- le di una pequeña sonrisa
Estaba demasiado nerviosa y asustada que todos los músculos se tensaron, su respiración era irregular y agitada
-Amor, relájate- tomó aire y lo botó lentamente, posicioné una de sus manos al costado de su cabeza- ¿lista?- asintió y cerró los ojos en cuanto sintió el contacto- ¿estás bien?- pregunté suavemente
- Si, tranquilo. Sigue- dijo aún con sus ojos cerrados pero no hice ningún movimiento
- Abre los ojos, trata de relajarte y sólo concentrarte en mi. No te haré daño- acaricié suavemente su mejilla y a este contacto abrió sus hermosos ojos lentamente encontrándose con los míos que la miraban con mucho amor
Arqueó su espalda cuando entré completamente, pero me mantuve quieto al ver que mi esposa hizo una pequeña mueca de dolor.
- Hazlo- y como si de una orden se tratara, empecé a moverme lentamente
Ella se aferró a mi espalda enterrando sus uñas; mis movimientos eran lentos y llenos de amor pero poco a poco iba aumentando la velocidad sin dejar la delicadeza y amor con lo que lo hacía, a pesar de haber estado con muchas mujeres antes ninguna se compara ahora con mi esposa; es una sensación extraordinaria la que sentía en estos momentos, conectábamos a la perfección.
Ahora eramos un solo para siempre, estábamos viviendo nuestra época de amor sin ningún impedimento, nos amaríamos sin barreras y jamás volvería a tener miedo a perderla ni tampoco ella tendría miedo a limitarse a amar.
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Época de amor||Christopher Veléz||
FanfictionInglaterra 1812, la alta sociedad y las jóvenes siendo desposadas en cuánto cumplieran la mayoría de edad. Todas buscaban la aprobación de sus futuros maridos y buscaban ser perfectas ante los ojos de la sociedad. La mayoría de los hombres más cod...