[Michelle]
Me sostuve de uno de los pilares de la cama mientras me ajustaban el corsé, de verdad que no era nada cómodo esto y mucho menos cuanto sientes que te están asfixiando, esta cosa es del demonio. La chica que me estaba ayudando a vestir dejó de jalar los cordones del corsé dejándome respirar aunque sea un poco, los amarró y me pasó el vestido para seguido de esto ponérmelo. La puerta de la habitación fue abierta dejando ver a mi madre y a la reina, bueno mi abuela, aun para mi es difícil asimilar esa noticia y mucho más que harán un baile de bienvenida para mi, para mi hermano y para mi madre.
-Te ves preciosa hija- comentó mi madre con entusiasmo, se veía muy hermosa mi madre con ese vestido color vino, una pequeña tiara adornando el perfecto peinado que tenía, los rubíes que adornaban su cuello y orejas hacían juego con su vestido y unos guantes largos de color blanco para finalizar la maravillosa vestimenta.
-Gracias madre, pero aun no estoy lista- le di una pequeña sonrisa, me sentía muy incomoda con esto puesto y de por si me sentía incomoda con todo esto que ahora sería parte de mi
-Querida, te ves incomoda ¿sucede algo?- preguntó esta vez la reina de manera amable
-Me siento incomoda con esto puesto, no estoy acostumbrada a utilizar algo así- dije algo apenada
-Oh querida, eso no es problema. Puedes ponerte otro tipo de corsé, no tiene que ser ese que te quiere asfixiar, ya solucionamos eso- asentí- Miranda, por favor ve a buscar otro corsé para mi nieta- ella asintió acatando la orden de la reina y salió en busca de lo que le habían ordenado
Necesitaba respirar un poco, me sentía muy agobiada con toda la información que he recibido el día de hoy y no creo poder procesarla tan rápido como mi hermano, él está feliz con todo esto pero yo no me siento preparada para esto y no creo estarlo nunca; en mi mente también está que veré a Christopher hoy en el baile y a su familia, me verán como la princesa de Inglaterra pero para ellos siempre sería la chica del servicio que trabajó durante 5 años en su casa. A parte de eso, vendrán como invitados de honor de la reina y ella aún no sabe lo qué pasó anoche en su casa, creo que si se entera ellos pasarían un mal rato y la verdad no quiero nada de eso.
-¿Puedo salir a tomar aire?- ambas me miraron
-Claro que si hija, ve pero no tardes porque debes estar lista para el baile- habló mi madre y asentí
-Me cambiaré y saldré unos momentos a tomar aire, necesito respirar un poco- solté un pequeño suspiro
-Está bien querida- les di una pequeña sonrisa y me dirigí hacia el baño para quitarme todo esto y ponerme un vestido más cómodo
Escuché el sonido de la puerta cerrándose dándome a entender que habían salido de la habitación, salí del baño y rápidamente me dirigí al armario para sacar un vestido y una capa para poder salir, si iba a salir tenía que salir cubierta para que nadie me viera, desamarré los cordones del corsé como pude, me lo quité y el aire volvió a mis pulmones de manera gloriosa, no puedo creer que esas mujeres soporten utilizar eso. Dejé el corsé a un lado y tomé lo primero que encontré como prenda interior y me puse el vestido, me puse la capa acomodando mi cabello a los lados y salí de la habitación.
Bajé cautelosamente las escaleras en dirección a la salida, varios de los que trabajaban ahí me saludaron, les devolvía el saludo a cada uno mientras seguía mi camino a la salida, los guardias me abrieron las puertas y salí del palacio, miré el gran palacio y me sentía tan ajena a el, tan extraña que siento que nunca encajaré aquí. Cubrí mi cabeza y apresuré mi paso para salir cuanto antes de aquí, las grandes rejas fueron abiertas dándome el paso para poder salir y me dispuse a caminar en dirección a la casa de los Vélez, tenía que hablar con Lindsay y poder contarle todo esto que me está sucediendo y también poder sacarla de ahí, quiero que sea una de mis damas si voy a ser princesa, no puedo hacer esto sin mi mejor amiga; sólo espero no encontrarme a Christopher.
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Época de amor||Christopher Veléz||
FanfictionInglaterra 1812, la alta sociedad y las jóvenes siendo desposadas en cuánto cumplieran la mayoría de edad. Todas buscaban la aprobación de sus futuros maridos y buscaban ser perfectas ante los ojos de la sociedad. La mayoría de los hombres más cod...