Capítulo 11

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Mis lagrimas no dejaban de salir, siento que jamás dejaré llorar hasta llegar al punto de secarme, no puedo evitar en pensar en la cara que pondrán mis padres cuando me vean llegar a casa después de que no los he visto durante un mes completo, no había sacado el tiempo para ver a mi madre aun cuando me dijo que debíamos hablar de algo muy importante, puse como prioridad lo que sentía por Christopher y ahora eso me ha llevado a la ruina.

Salí con mi cabeza baja de la casa de los condes, no miré a nadie cuando salí ni siquiera a él y lo que más quería era verlo por una última vez pero sabíamos que esto no iba a funcionar y sin embargo nos arriesgamos a intentar algo que desde un principio estaba destinado al fracaso, jamás íbamos a poder estar juntos y eso me dolía mucho porque lo amo. Caminé en dirección a mi casa y no, no estaba cerca pero no tenía como irme, los condes nos asignaron a los del servicio un carruaje para cuando teníamos los días de descanso pudiéramos visitar a nuestras familias y como me despidieron, no puedo disponer de eso.

Caminar no me haría mal, así podría pensar en que haría de ahora en adelante porque aunque ahora si quisiera casarme con Stephen, después de la noticia que saldrá mañana jamás va a querer desposarme porque eso me perseguirá por toda Inglaterra, odiaba vivir en esta sociedad porque eran muy injustos con personas como nosotros y jamás podríamos amar a alguien fuera de nuestro alcance como así siempre lo establecieron.

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Tomé aire antes de tocar la puerta, trataba de aguantar las ganas de llorar aunque sabía que ya mis lagrimas no quería salir más, todo el trayecto me la pasé llorando hasta más no poder y sabía que tenía los ojos hinchados, sin pensarlo más, toqué la puerta repetidas veces porque por lo tarde que es, deben estar dormidos.

Unos pasos se escucharon junto con la voz que avisaba que ya venía y que quien podría ser a esta hora, sentía unas inmensas ganas de llorar nuevamente, la puerta fue abierta dejando ver a mi madre, quien en cuanto abrió me miró confundida.

-¿Michelle? ¿Qué haces aquí a estas horas? ¿Te pasó algo?-preguntó preocupada, pero no pude formular ninguna oración porque sentía un gran nudo en mi garganta así que sólo dejé caer mis cosas y la abracé para romper en llanto- ¿Qué sucedió? ¿Por qué estás así?- su voz sonó aun más preocupada

-Me despidieron de la casa de los condes- hablé en medio de hipidos mientras nos separábamos del abrazo

-¿Qué? ¿Por qué?. Ven, entra a la casa- tomó mis cosas y me tomó de la mano llevándome al interior de mi casa, nos dirigimos hacia uno de los sillones de la sala, tomamos asiento y ella limpió mis lagrimas- ahora si, cuéntame que sucedió- habló muy serena

- Y ¿papá?- pregunté limpiando mi rostro

-Hoy le tocó turno hasta la madrugada- asentí- cuéntame todo, ten la confianza de hacerlo

-Me enamoré mamá- me miró confundida

-Pero, ¿por qué estás así? Eso es una maravillosa noticia- negué de inmediato

-Me enamoré de Christopher mamá, del conde Vélez y eso me costó todo, me echaron de su casa- esta vez su expresión fue de sorpresa- y jamás podremos estar juntos porque no pertenecemos a la misma posición social- sollocé- y lo amo mamá- ella me tomó en sus brazos envolviéndome en un abrazo

-Tranquila hija, todo se solucionará, ya verás- negué

-Mañana toda Inglaterra sabrá que soy una oportunista y una sin vergüenza por intentar conquistar al conde Vélez y seré humillada frente a todo el mundo, no es justo que sea así cuando mi único pecado fue enamorarme- sollocé nuevamente pero con más fuerza que sentía que mi garganta de desgarraba

Época de amor||Christopher Veléz||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora