Глава 35

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La cena terminó por lo que debían dirigirse a su habitación.

Ambos salieron del comedor para dirigirse a las escaleras. Iban subiendo los escalones cuando el latino habló:

— Sí me encuentro una cámara o algún micrófono, yo mismo te rompere el cuello mientras duermes.

Dijo seguro mirando al ruso con un rostro serio, al contrario de él, Rusia lo miró con una sonrisa ladina.

— Sí lo hubieran, no te enterarías.

Se burló relajado.

— ¿Quién crees que descubrió tu estúpido plan de espiar a Austria?

Con ese comentario la mirada del eslavo se afilo mostrando molestia, al notarlo, México ensancho su su sonrisa.

— Solo vete a dormir, idiota. — Ordenó Rusia chasqueando la lengua.

México hace una despedida militar, para seguido entrar a su habitación.

El euroasiático suspiro para dirigirse a su propia recámara.

Al entrar se quito su camisa y zapatos, quedándose solo con sus prendas inferiores. Se tiro a la cama de espaldas, admirando el techo.

Suspiró estresado al recordar que a la mañana tendría que informar a sus hermanos sobre la desicion que había tomado.

Sabía que se estaba arriesgado al tener al latino a su lado. Estaba consciente que el chico podría matarlo en cualquier momento de debilidad.

Debilidad...

Eso le causó una pequeña sonrisa de burla.

En tan poco tiempo conoció un punto vulnerable de México y Austria, incluso sus colegas y familia tenían un disvan.

¿Pero y él?

Él no era de las personas que le gustara convivir, incluso de niño no le gustaba salir con sus hermanos a jugar, refugiándose en entrenar para ser un digno hijo de URSS.

Le causaba gracia.

Todos se inclinaban más en los sentimientos, por lo que bajaban la guardia.

¿Cuándo fue la última vez que él lo hizo?

Ah sí, su novia había terminado con él y Polonia aprovecho para drogarlo.

Soltó un gruñido involuntario al recordar ese momento.

Que idiota.

La sangre le comenzó a erbir al recordar a la polaca, se alegraba de saber que estaba siete metros bajo tierra con el bastardo que quiso hacer creer que era su hijo.

Le enfurese hacer memoria de esa época.

Es como si viera la cara de cólera de su madre antes de darle una bofetada, o como URSS le había golpeado de distintas maneras por su idiotez.

Él fue el único que desde un principio no le creyó a la chica.

Porque él era el único que sabía que era muy poco probable que tuviera hijos.











— ¡YA POR FAVOR! — Rogaba entre lágrimas el adolescente por los fuertes golpes, aún cuando cayó al suelo su padre no se detuvo, recibió una patada en las cosillas por el grito.

— ¡ESO DEBISTE HABERLO PENSADO ANTES DE METERTE CON ESA PUTA!, ¿¡TIENES IDEA DE TODOS LOS PROBLEMAS EN LOS QUE NOS HAS METIDO!? — El rostro de URSS se deformo en enojo cual bestia enjaulada.

— ¡ESTÁ MINTIENDO! — Otro golpe fue instalado en su rostro causando que sangre comenzará a desbordar de su nariz.

— ¿¡QUIERES QUÉ TE CREA!? ¡AÚN CUANDO ESOS PAPELES DICEN OTRA COSA!

МафияDonde viven las historias. Descúbrelo ahora