Глава 9

141 25 3
                                    


- Registramos toda la mansión señor, había un total de 7, 481 cámaras y 7, 319 micrófonos, no encontramos huellas ni algún indicio que nos diga quien los puso. - Dice el jefe de seguridad a Austria, el europeo estaba sentado y tenía una mirada fría y perdida.

- Yo si se quien las escondió. - Dijo tomando de forma horizontal un lápiz. - Fue ese maldito ruso y su hermano. - Por la fuerza con la que doblaba el lápiz este se partió a la mitad.

- Pero señor, los registramos antes de que entrarán y ninguno de los dos traía consigo cámaras o micrófonos. -

- ¡Pues esta claro que no lo hicieron bien! - Se levanta de su asiento azotando sus manos en el escritorio.

- No volverá a ocurrir de nuevo señor. -

- Creeme que no volverá a ocurrir, chicos ¿por qué no le muestran la salida y me demuestran quien será el nuevo jefe de seguridad? - Un grupo de cincos hombres toman al hombre para comenzará a arrastrarlo fuera de la oficina aunque esté pataleara y gritara.

- México. - Llama al chico que estaba a su derecha parado, hasta entonces no había hablado. - Cierra la puerta con seguro. - Aunque no se pudiera ver su expresión por el pasamontañas, el mexicano lo miraba extrañado pero aún así obedece cerrandola. - Ahora agachate. -

- ¿Qué? -

- ¡He dicho que te agaches! - El latino obedece, al ya estar agachado, un jarrón de vidrio se estrella contra la puerta rompiéndose al instante.

- ¡MALDITO SEAS RUSIA! — Comienza a lanzar más cosas a diferentes direcciones sin importarle que se cortara con algunos vidrios. — ¡LO MATARÉ!, ¡TENGO QUE MATARLO! — Agarra otro jarrón.

— ¡DEJA DE HACER BERRINCHE! — El austriaco se detiene al escuchar a su acompañante. — ¡ROMPER COSAS NO TE SOLUCIONARÁ NADA! — Le da una bofetada haciendo razonar a Austria.

— L-lo lamento perdí el control. — Jadea adolorido mientras sobaba su mejilla lastimada.

— Escucha, nos calmaremos y encontraremos la forma de solucionar este lío. — El europeo asiente para luego sentarse en el suelo y pasar sus manos por su cabello.

Las cosas con el ruso no eran tan distintas, Rusia rompía las botellas del pequeño bar que tenía en casa. Al llegar a la mansión el y Alemania miraban las cámaras, veían todo lo que pasó hasta el momento en que las destruían.

El eslavo furioso fue por un trago pero la furia le ganó. Su hermano le siguió pero fue demasiado tarde para evitar que rompiera algunas cosas.

— ¡ES UN INFELIZ!, ¡NO HABÍA FORMA DE QUE SUPIERA DE LAS CÁMARAS! Y LO MÁS IMPORTANTE ¿¡QUIÉN ERA EL TIPO QUE ENTRÓ POR LA VENTANA Y CÓMO LO SUPO!? —

— Rusia ya basta. — Trata de calmarlo  pero le ignora.

— ¡TENGO QUE MATARLO YA! ¡AL DIABLO LA PLANEACIÓN! ¡IRÉ ESTA NOCHE Y YO MISMO LO MATARÉ! — Hasta ahí llego la cordura del alemán, no dejaría que su hermano hiciera una estupidez de ese tamaño, le de un puñetazo haciendo a Rusia caer con sangre escurriendo de su labio.

— ¡CABEZA FRÍA! ¡TIENES QUE PENSAR LO QUE VAS A HACER! — Le toma el rostro para que lo viera.

— Tienes razón, tengo que tener un plan. — Se limpia la sangre para pararse.

— Sí te ayudo a matarlo, ¿me dejarás ser el líder de su territorio? — Ambos voltean para ver a Ucrania recargado en el marco de la habitación. — A propósito, Ale que buen golpe tienes que golpearlo más seguido para que el inútil ya no haga idiotezes. —

— ¿Qué tanto sabes маленькое дерьмо? —

— Desde donde descubrieron tu plan de espiar a Austria, así que creo que estoy al tanto. —

— No te dejaré a cargo del territorio de Austria. —

— ¿Qué?, ¿¡Por qué no!? —

— Porque no confío en ti. —

— A Alemania no le interesa el puesto, Bielorrusia no sabe ni disparar ni un arma y Kazajistán.... es Kazajistán. Yo soy tu mejor opción. —

— Ucrania no, cuando elimine a Austria yo me haré cargo de ambos territorios. —

— Agh, no se vale, deja que tu hermano favorito se haga cargo del nuevo territorio. —

— Tu mismo lo dijiste Alemania no está interesado en eso. —

— ¡Me refiero a mi! ¿¡No se supone que yo soy tu hermano favorito!? —

— Jajajajajajajajaja. — El ruso ríe para luego salir de la habitación.

— ¿Qué significa esa risa? ¡RUSIA TE ESTOY HABLANDO! — Persigue a su hermano mayor.

— [ suspira y voltea para abajo ] Genial no destruyó el Apfelwein. — Toma dicha botella para tomarla y vaciarla de una sola, todos los hijos de URSS habían heredado que cuando estaban estresados era beber alcohol, también heredaron su gran resistencia al alcohol.

— Alemania ¿has visto a tu padre? — Nazi entra encontrando a su segundo hijo mayor con una botella en manos y el bar desecho completamente.

— ¡Yo no lo hice! ¡Rusia fue quien lo hizo! — Trata de explicarle lo más entendíble posible.

— A terapia dos semanas. — Dicho esto sale.

— Pero mamá. — Lo sigue.



МафияDonde viven las historias. Descúbrelo ahora