Мафия

Глава 25

Alemania despertaba lentamente, se removió un poco para notar que estaba acostado con las manos y piernas sujetadas con sogas; abría con esfuerzo sus párpados pero aún así no lograba ver nada.

— M-mmnngh~. — Cuando trato de hablar sintió una mordaza.

Aunque estuviera algo aturdido sintió un pequeño dolor punzante en su cabeza y piernas.

Recordó el accidente que acaba de vivir, un miedo terrible lo comenzó a invadir.

¿Y si tenía razón?

¡Claro que la tenía!

Le dijo a Rusia que no se tomará las cosas a la ligera, le repitio mil veces que no siempre no sería él, el afectado. Y ahora el estaba hay amordazado y herido en quien sabe que lugar.

Se retorcio para tratar inútilmente de safarce de las sogas o por lo menos encontrar algo que le ayudara.

Escucho la puerta siendo abierta, un escalofrío recorrió su columna. Se quedó quieto esperando cualquier reacción de quien abrió la puerta.

— Se que tai despierto. — El alemán se quedó callado sin moverse. — ¿No hablas? —

- - ¿Qué clase de pregunta era esa? - - Pensó el germano.

— Es una pregunta retórica weón, no es para que pongai esa cara. — Dijo al notar la cara de extrañesa del contrario.

— ¿M-mmmnnggghh? — Chile se acerca a Alemania para así bajarle el pedazo de tela que le impedía hablar.

— Ahora si. ¿Qué decías po'? —

— ¿Q-qué ha-hago aquí? —Pregunta con dificultad por el dolor.

— Lamento que estés aquí, la verdad no veníamos por ti, mi gente confundió tu auto con el de tu hermano Rusia. Me di cuenta después de que chocaste. —

— Sí eso-o es ci-cierto, ¿Por qué no me dejan ir? —

— El objetivo de la misión era Rusia, pero no podía llegar con las manos vacías, y tú al ser su hermanito, nos servirás. —

— Tu eres el chico del café, el que me dejó ayudar a Polonia. —

— Valla, no creí que me reconocieras por la voz. —

— Ustedes los de las mafias no se conforman con nada. —

— Mira quién lo dice. — Dijo burlonamente.

— Lo dice alguien que estudia informática y no se mete en esa mierda a la que ustedes llaman trabajo. —

— Te metes solo cuando te conviene ¿no? —

— Was? —

— Te involucras solo cuando obtienes algo; te metiste cuando tu ex polola te uso, y cuando ayudaste a Rusia a poner cámaras y micrófonos en la casa de Austria. —

— ¿Polola? —

— Tu ex pareja pue'. Polonia. — El chileno suelta unas pequeñas risas. — No puedo creer que no te dieras cuenta que sólo te usaba; la mina te pisoteo varias veces. Te trataba mal, te humilló; le dejaba su ropa interior a Kazajistán, se metía al cuarto de Ucrania mientras el no estaba.

Y no olvidar a Rusia, el idiota terminó drogado e inconscientemente tuvo sexo con una puta. Pero lo que más me sorprendió fue lo que trató de hacerle a URSS. — Chile saca un cigarrillo y un encendedor de uno de los bolsillos de su pantalón, prende el cigarro y comienza a dar la primera calada.