Sethy-Inevitable [Libro 2] ✅

CAPITULO 11 🔞

CABALLO DE TROYA

HORUS

Le sostengo de los muslos mientras se enrolla cual serpiente en mi anatomía, devora mis labios con hambre, muerde hasta hacerlos sangrar.

Me enciende su agresividad ya que la estampo contra la pared, gime cuando le arranco la braga roja de un tirón y me adentro a tantear su intimidad desde atrás, esta tan mojada y deseosa de atención, la palpo y ella abre la boca llevando aires a sus pulmones, sonriendo con verdadero cinismo, le gusta y a mi malditamente me hace enloquecer.

La muevo de la pared y la acomodo en la mesa donde están los licores barriendo con mis manos el lugar donde aplasto su culo para estrujarle las tetas

_ Mucha ropa_ musita arrastrado las uñas por mis pectorales sobre la camisa cuando la rasga con furia mandando a la mierda los botones, me la baja de manera desesperada, me muerde el pecho con codicia, y luego lame.

Le tomo el cabello con rabia, me tiene cabreado por haberme disparado, ella sonríe pasándose la lengua para mojarse lo labios

_ Me disparaste_ le recrimino haciendo presión en su cabello, pero hace fuerzas y me caza el labio inferior, cierro los ojos porque lo sangra _ Maldita loca no sabes cuanto te odio_ le gruño soltando el cinturón de mis pantalones con ágiles movimientos, lo mandan el piso cerca de mis tobillos, me bajo el bóxer tomando mi tiempo de castigarla con mi turgente erección la cual le paso en el canal de arriba hacia abajo, la odio por quiero dejarla con las ganas, darle un merecido...

No la odio de odiar, sino todo lo que me hace sentir, ya que pueden pasar años, otras mujeres y jamás me sentiré como me siento con ella; sentirme así vulnerable, maldita seas gata egipcia

_ Ódiame más por favor

_ Desquiciada_ digo besándola con furia y agarrando su cadera para arrastrarla a la orilla y adentrarme con ímpetu en su ya más que preparado paraíso

Jodida sensación

Inicio con las arremetidas con todas las ganas habidas y por haber, le suelto el cabello para agarrarla de las caderas por debajo de sus piernas quedando estas enganchadas en mis brazos y bíceps, el jodido piercing que antes no tenía en su ombligo reluce en el moviente del vaivén encima de la encimera. La penetro con odio, con fogueo, que sienta, que recuerde quien es su marido.

_S-si_ gimotea tirando la cabeza hacia atas apoyándose en sus manos

_ A-así Te-gusta que te odie_ le digo entrecortado por la actividad de fuerza y cardio

_ Si, ódiame más duro

_ Maldita seas egipcia_ le mascullo entre dientes tomándola entre el cuello y su mandíbula con dominación dándole como quiere, ella se incorpora y me rodea el cuello, obligándome a abrir mis piernas y llevar mis manos a su culo, para tener más equilibrio haciendo que le despegue el trasero de mueble quedando parados mientras la follo abriéndole las nalgas para restregarle en mi pelvis, Jo-di-da Posición mas placentera, con ella tocándose un seno y la otra sujetándose de mi cuello y cabello. Gime, maldice, se moja, jadeando como una verdadera hembra en celo pidiéndome más, ¿Quiere más? Pues le vamos a dar Más...

La muevo hasta el colchón alto de forma redonda, donde la deposito, y en un giro rápido que ni ella se espera la pongo en cuatro, queda boca abajo mientras le aprisiono las manos en su espalda, forcejea para liberarse, está indefensa y así me gusta tenerla a mi merced con el culo en pompa rojo por mis manos de tanto apretarlo, y su jodido paraíso entre rosado y rojo, humero pidiendo muchas más atenciones. Lamo su entrada de abajo hacia arriba y le estimulo con mi pulgar su otra entrada para luego seguir lamiendo, le tiemblan las piernas y cuando está apunto de venirse me detengo y vuelvo a empezar la tortura. El alcohol me ha dado una tremenda erección la tengo dura y muy palpitante.