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Los días habían pasado, convirtiéndose en semanas y llegando a ser meses. Meses en los cuales Heungmin había logrado considerar al argentino como su mejor amigo.

El mayor no era tan terrible como pintaba serlo.

Aunque el coreano era una persona dulce como se hacia ver tenía cierto deje pesimista en su persona.

Cristian siempre se preocupaba por como estaba el menor, lo cuidaba mejor de lo que podría darse cuenta y era muy detallista con Sonny. Siempre notaba esas veces donde el menor estaba pensando en algo malo por solo ver su expresión y siempre se encargaba de subirle el ánimo comprandole algún dulce para que se sintiera mejor.

El cordobés ya se había aprendido los gustos que tenía Heungmin por las cosas de fresas o en segundo lugar, de tutti frutti.

Heungmin por su parte sabia que al mayor no era de gustos dulces, prefería cualquier cosa medio amarga o café antes que los caramelos.

Ambos podían pasar todo el día escuchando música en la cafetería de la institución, compartiendo cada par del auricular que el mayor se había comprado especialmente para compartir con el menor, dejando sus cascos en su casa guardados.

También caminaban juntos por los pasillos y cada empujón que el coreano recibía el cordobés se encargaba de devolverlo.

Y Sonny estaba más que feliz con eso.

Pasaban todo el día escolar juntos y aunque no eran de hablar mucho por mensajes, solían hablar durante el fin de semana donde ambos no se veían, pero Cristian siempre había dicho que prefería hablar con él en persona que por chat ya que era "lindo verlo".

Heungmin estaba más que feliz con eso.

Eso aumentaba la felicidad de Heungmin, estar junto al cordobés le hacía feliz, aunque comenzaba a dudar de sus sentimientos por el mayor y de si en verdad eran solo se amistad.

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