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En el cumpleaños de Cristian, la mayoría de sus familiares de Córdoba habían aparecido en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.

La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse de más y más gente, regalos y bandejas de comida que su madre, junto a la señora Son, se encargaban de preparar en la cocina y ofrecer a todos.

Cristian notó a Heungmin incómodo con cada persona que entraba, más gente nueva que no conocía y vio como su novio se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaba cada vez más fuerte  para que se pudiera escuchar.

Sebastian y Pablo se quedaron todo el tiempo junto al chico mudo, ya que Cristian no podía pasar mucho rato con él por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde tan lejos por él.

Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar el feliz cumpleaños para Cristian. Heungmin solo podía cerrar los ojos con fuerza y tratar de controlar sus temblores.

No entendía bien que le pasaba, pero toda esa gente lo abrumaba, no le gustaba las multitudes y tampoco que le robaran tanto tiempo con Cristian.

El pálido no escucho cuando Sebastian pregunto si estaba bien y tampoco cuando Pablo anuncio que iría a buscar a Cristian, solo sintió cuando este se inclinó hacia él, mirándolo con preocupación y Heungmin solo puedo abrazarse a su cuello como un koala.

Cristian decidio ir hacia afuera, invitó a Pablo y Sebastian para ir con ellos, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y prefirieron quedarse.

Así que terminaron ellos dos, con Cristian sentado sobre el césped del patio y Heungmin sentando sobre sus piernas, quien no dejaba de abrazarlo, escondiendo su rostro en su cuello.

—¿Te da ansiedad tanta gente? —preguntó Cristian, el menor asintió.

El cumpleañero dejó caricias en su espalda y beso su cabeza, hasta que el menor se sintió mejor y se apartó un poco para mirarlo y sonreír ligeramente.

Por su cuenta, Heungmin se acercó a Cristian para dejar un lento y cariñoso beso en sus labios, haciendo ruborizar a ambos, al separarse Cristian solo pudo sonreír.

Heungmin movió sus manitas, en signos que Cristian le había pedido a la señora Son que le enseñara, sabiendo que su novio los haría en algún momento.

"Feliz cumpleaños"

Cristian tardo un momento en responder, alzando su mano con inseguridad.

"Gracias" dijo con el gesto lento por la duda.

Heungmin sonrió y asintió, haciendo entender que lo había hecho bien.

Continuaron en silencio un largo rato, Heungmin no tenía su cuaderno y Cristian, por más que estaba aprendiendo las señas, no sabía lo suficiente para establecer una conversación.

Así que solo se encargaron de disfrutar el silencio y del otro, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Cristian desde la cocina.

Mute › Cutison. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora