11.

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Sonny no había sacado su rostro del hombro del mayor en todo el camino hacia la enfermería, pero tenía oídos y podía escuchar perfectamente las expresiones de los demás al pasar.

Para todos él siempre era el "chico mudo", para ser un poco más desagradables, a veces era el "gordo mudo" y odiaba llamar la atención de esa manera.

Los comentarios de los alumnos los acompañaron hasta llegar a la enfermería, por más que el menor negaba a soltarse del argentino, el chico tuvo que apartarse para que la enfermera le revisara el rostro.

—¿Podes decirle al Director que llame a los padres del chico? —preguntó la enfermera.

El cordobés asintió, pero nuevamente el coreano había agarrado su remera, negando con la cabeza.

Cristian paseo su vista del menor a la enfermera, quien soltó una risita y salió del lugar diciendo que podía quedarse y que ella misma iría.

El trigueño volvió a acercarse hacia el menor, sentándose al borde de la camilla.

Tomó el algodón que Sonny mantenía contra el corte de su labio que estaba bastante manchado de sangre, ya que era una zona donde sangraba mucho, lo levanto un poco para ver la herida y luego volvió a acomodarlo, sosteniendolo por él.

—Voy a matarlos —volvió a decir el cordobés.

El coreano negó, queriendo decir más, pero no podía.

—Tus cosas siguen en el baño, ¿no?

Sonny asintió.

El trigueño soltó un poco de aire, en algo parecido a un resoplido.

—Voy a matarlos —repitió enojado.

Heungmin volvió a negar, pidiendo por favor que lo olvidará.

—No, Heungmin, no —estaba harto de la negación del menor—. Son unos hijos de puta, hacen esto solo porque...

"Dilo, vamos. Dilo."

—... Solo porque sos mudo —murmuró.

"Dime algo que no sepa."

Cristian tomó sus manos para que dejará de moverlas.

—Perdón porque el mundo sea tan frío, tan mierda contigo —dijo—. No lo mereces.

"Yo no te merezco Cristian Romero." pensó sintiendo la calidez de la mano del mayor sobre las suyas.

Mute › Cutison. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora