Capítulo 1

1.5K 169 12
                                    

Londres, Reino Unido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Londres,
Reino Unido

   Dos nombres, Lobo y Barkov, a la cabeza del grupo terrorista Al-Qatala y actualmente, en posesión del territorio de Urzikstan y bombas de gases altamente peligrosas.

   Tu compañero, Alex Keller, fue hacia Kastovia, por desgracia, él y su equipo sufrieron un ataque y perdieron la mercancía. Objetivo actual, Londres.

— No te separes de mí, Amelie— miras a tu tío y Capitán, John Price—. A mis ojos sigues siendo un cabo.

— Soy sargento— le corriges.

— Para mí no. No puedo permitir que te pase nada— le dedicas una sonrisa y él apoya una mano en tu hombro de forma cariñosa y protectora.

— Estaremos bien— aseguras.

   Entonces, una explosión hace retumbar las estructuras y la zona se ilumina ligeramente.

— Mierda— escuchas gruñir a tu tío.

— Llegamos tarde— dice el sargento Spine.

   El capitán Reynolds acelera la marcha del vehículo hacia Piccadilly Circus; los cadáveres, los coches y los restos de la explosión os impidieron el paso, por lo que os veis obligados a bajar del vehículo y caminar con los armas en alto entre el desastre formado por el atentado.

   Con las pantallas características de la zona iluminando tu rostro, además de algunas llamas, no consigues localizar a ningún enemigo con vida en la calle.

— En el edificio Tanto— informa Reynolds.

   Os dirigís allí para observar a un soldado disparar a un terrorista que corría hacia fuera, y luego, cómo era atacado con un arma blanca iniciando un forcejeo. Levantas tu arma y disparas.

— ¡Aliado!— grita el militar alejando el cadáver.

— Buen tiro— te halaga tu tío antes de acercarse al hombre.

— Hay rehenes dentro— os dice.

— Bien. Te cubrimos— Price pasa al lado del soldado y levanta una estructura que hacía barrera—. Capitán Price y Sargento Spencer.

— Sargento Garrick— da un pequeño asentimiento hacia tí y entra en el edificio.

— ¡Ayuda!— escuchas gritar a una mujer.

   En fila, subís por unas escaleras hasta la segunda planta, viendo a unos civiles atados de manos y pies con unas bolsas en la cabeza, en el centro de ellos, un señor con una bomba activa encadenada al tórax.

— ¡Ayuda! ¡Por favor! — suplica—, ¡Me han pegado esto! ¡No quiero morir!

   Garrick corrió hacia el hombre y se arrodilló a su altura, tratando de quitarle la bomba, luego, miró el tiempo que le quedaba: 5 segundos.

Die Young [Kyle "Gaz" Garrick] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora