Die Young [Kyle "Gaz" Garrick]

Capítulo 9

    Price sostiene a Hadir meintras solicita un helicóptero y envía ubicación, por otro lado, a unos metros lejanos, Kyle te deja en el suelo con la espalda frente al árbol.

—Tengo material de sutura — informas con un gruñido— en la parte trasera del chaleco.

— ¿Te vas a suturar?— los ojos de Garrick se abren a más no poder.

— ¿Qué hago si no?

— Kyle, sabe lo que hace— la voz de tu tío le llama la atención—, de todas formas he pedido que venga un médico ahora, así que no te toques nada.

— Recibido, capitán— bufas para luego volver a centrar tu visón en el moreno —, ¿Me pasas al menos una pastilla? Necesito calmar el dolor.

— Claro, tengo yo bastantes— el sargento Garrick rebusca en su chaleco hasta dar con ellas y dártelas.

   Agarras tu cantimplora y usas tu agua para tratarlas, luego el resto la derramas sobre la herida para limpiarla un poco.

   Echas la cabeza hacia atrás y respiras, calmando tu corazón. Luego, miras al hombre frente a tí.

— El beso...— empiezas, el te interrumpe.

— Lo siento por ello.

— Ni se te ocurra decir que ha sido el momento, Kyle— dices —. Me ha gustado.

— ¿Qué?

— Qué me ha gustado, bueno, que tal vez me gustas tú.

— ¿En serio?

— Estás muy preguntón— te burlas suavemente antes de sonreírle con cierta vergüenza.

— Tal vez tú también me gustas— la mirada de Kyle está más suave que nunca, y eso te derrite el corazón.

   Llevas una mano a su nuca para acercarloa tí, por su parte, el moreno lleva sus manos a tu rostro para acariciar tus mejillas y en nada, tus labios están sobre los suyos en un suave compás de movimientos lentos.

— ¡Ay Dios, qué es mi sobrina!

— ¡Tío!

— ¡¿Cómo?! — Price se empieza a reír al ver la cara del chico.

— Perdón, ya podéis continuar— se da la vuelta para seguir vigilando a Hadir, quién le miraba con una ceja alzada.

— Eso explica muchas cosas— murmura el moreno, dedicándote una sonrisa.

— Lamento eso.

— ¿He de acostumbrarme?

— Sólo si tú quieres— tu mano, que sigue en su nuca, le acaricia la terminación del pelo.

— Es un precio que estoy dispuesto a pagar— Kyle susurró antes de volver a besarte con un poco más de fuerza que antes.

   Poco después, llegó un helicóptero, de dónde se bajó un médico para atenderte. Estrajo el metal, que por suerte no estaba muy profundo, limpió, suturó y vendó, dejándote varios medicamentos y recomendaciones. Podrías seguir peleando, pero con cuidado.