Capítulo 2

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    Garrick rompe el candado de la puerta y pasáis al patio que atesora la casa, en silencio, os colocáis bajo una ventana y colocas una escalera, la cuál sujetas mientras tu equipo sube

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    Garrick rompe el candado de la puerta y pasáis al patio que atesora la casa, en silencio, os colocáis bajo una ventana y colocas una escalera, la cuál sujetas mientras tu equipo sube.

   Luego vas tú, llegando hasta una cocina y viendo cómo habían maniatado y silenciado a una mujer.

   Unas voces se escucharon en la habitación de al lado y te dirigiste hacia allí, dándote cuenta de que Garrick tuvo la misma idea.

    Te agachas y él se pone de pie a tus espaldas, abres la puerta con cuidado y observas a dos hombres y una mujer.

— Son ellos— gruñe el sargento.

   Retienes la respiración y apuntas.

— Me pido al de gorro— avisas y disparas.

   Garrick sigue tus pasos y sigues con el cañón a la mujer restante sin está segura que tanto tenía que ver, pero cuando ves que intenta alcanzar un arma bajo su confusión y pánico, te ves en la obligación de apretar el gatillo.

— "Primer piso despejado".

   El moreno se aleja y tú te enderezas; ambos salís al pasillo y subís por unas escaleras con el resto del equipo. Un llanto detiene tu paso.

— Hay un puto bebé.

— Que eso no os detenga— ordena Price.

   Tragas duro y avanzas hasta que unos disparos a través de una puerta, derribando al sargento Spine.

— Mierda— el capitán Reynolds se agacha para arrastrar a su compañero fuera—. Te pondrás bien, colega.

— Hay material en el vehículo— informas.

   Price abre la puerta y dispara al hombre que hay allí.

—¡No disparen, por favor!— súplica entre sollozos una mujer mientras el llanto del bebé se hace más fuerte.

   Entras en la habitación y apuntas a la señora.

— Ocupaos vosotros del piso de arriba, yo vigilo— dices.

— Recibido— Garrick da un asentimiento y sale junto a tu tío.

   Una vez que te encuentras sola, bajas el arma y te arrodillas con una pierna a la altura de la mujer, quién se cubría a su bebé con sus brazos.

— ¿Necesita algo para el bebé? — preguntas y ella niega, tratando de mecerlo con sus temblores.

  Escuchas unos disparos arriba y por instinto levantas tu arma, asustando a la mujer.

— No, mierda— suspiras volviéndola a bajar—. Tengo que llevarla abajo, pero necesito esposarla por protocolo.

— No, por favor— abrazo con fuerza a su bebé.

Die Young [Kyle "Gaz" Garrick] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora