Una última muerte, eso fue lo que aconteció, Missa perdiendo su última vida ante la presencia de sus queridos compañeros, su estadía fue tan momentánea pero tan significativa para todos los presentes, más que nada Quackity, el cual llevaba toda la tarde entre llantos junto el cadáver de Missa, a su lado Shadoune intentando consolarle - ¡¡Era tan joven!! ¡¡Missa!! ¡¡Mi hermanito aduanero!!- El patito estaba muy dolido ante la partida de su querido amigo, Shadoune no sabía que decirle, solo prefirió consolarle en silencio. Por otro lado, Rubius se mantenía muy intranquilo, una corazonada le mantenía alerta, algo malo estaba por pasar, no fue mucho rato más cuando a lo lejos reconoció las distintivas orejas sobresalientes azabachadas de su pequeño, el cual, llegó apresurado, sin si quiera mirarle, se acercó a el cadáver de Missa al lado de sus tres compañeros. - No...No ¿Qué pasó acá? Missa. - El oso se limitó a abrazar el cadáver de su querido compañero, el tiempo que vivieron juntos no fue longevo, pero fue el suficiente para tomarle cariño.
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Decidieron hacer un tipo de "funeral" enterrando el cadáver de su amigo cerca, con una cruz sobre su tumba, Quackity lideró aquel momento, dándole un digno entierro a su querido compañero, el momento fue llevado a cabo pero la tensión en el ambiente era clara, las miradas dolientes entre Spreen y Rubius eran insoportables para los demás presentes, Rubius decidido a no hablar porque sabía que Spreen no lo deseaba, no quería arruinar más la situación, pero no sabría si aguantaría tanto así, Spreen por su parte no estaba en su total juicio aún, así que, sabía que ante cualquier confrontación terminaría actuando con hostilidad. El mexicano, al ver todo este ambiente insufrible, termino con sus canticos y decidió acabar con ello - Shadoune, ¿Qué te parece si vamos un rato a minar?, Necesito distraerme de esta perdida mi buen- El francés le miro extrañado, no comprendía totalmente, pero al dirigir su mirada hacia donde ambos osos, comprendió y siguió el paso de el pato. Ambos abandonando el lugar, dejando a los osos con esperanza de que se resolviera todo.
El silencio era abrumador, estaba claro que, ninguno estaba dispuesto a hablar, pero el poco aguante de Rubius, no le permitió resistir más. - Lo siento, lo siento enserio, por favor, no me ignores más. - el rubio suplico, intentando soportar el pesar de sus lágrimas en los adentros de sus párpados, el de orejas azabache solo bufó, cruzando sus brazos, mirándolo con resentimiento. - ¿Enserio te pensas' que con tus disculpas me bastará? ¡¡¿Eh?!!- se levantó de su asiento, confrontandolo, sus colmillos crecientes y sus garras alargándose un poco -¡¡Todos estos años!! ¡¡Todos estos putos años!!, ¡¿Y nunca se te ocurrió recordar que tenías un hijo?! ¡Ni tú, ni el!- la mirada perdida en la desolación y el dolor creciente de su pecho, el pulso tembloroso y desorganizado, acompañado de las lágrimas desendientes de sus mejillas - ¡¡¿Creés que tus disculpas me son suficientes?!! ¡¡Eh!!- Rubén no se atrevía a mirarle, estaba destrozado, se sentía culpable, ¿como podía olvidar a su propio hijo?, era un padre terrible, no tenía derecho si quiera a llamarse "padre". - ¡¡Dame una maldita razón, una sola razón para no matarte!! Para no olvidarme completamente de tí, de él, ni si quiera está aquí contigo, son una mierda- se acercó a su "padre" el cual, a pesar de todo aquello, su mirada seguía llena de amor, amaba a su hijo, eso estaba claro, Spreen, aunque lo negaba, lo sabía, lo amaba, pero eso no quitaba el hecho de que se sentía destrozado y olvidado, el resentimiento estaba allí. - Ivan, tienes todo el derecho de matarme, pero, que lo sepas, no dejaré de amarte, hijo.- tomo la mano del menor, sujetandola con las suyas, claro que había notado sus cambios, solo quería calmar la bestialidad inmensa que habitaba en su hijo, la cual, era por lo mucho más grande que la de él, la mirada de el osezno se encontró con la de su padre, estaba logrando calmarle, el dolor era latente, pero, no podría lidiar más con el, se safo del agarre dándole la espalda, tenía que huir, tenía que huir y aclarar su mente, calmar sus adentros, controlarse a sí mismo. -¡¡Spreen!!, ¡¡Spreen espera!! ¡¡Detente!!- Rubén intentaba seguirle el paso, pero era prácticamente imposible, lo había perdido ya tiempo atrás.
Bueno, eso sería todo hasta ahora, volvemos el viernes sin falta para seguir con el interminable drama, espero que la historia les este gustando hasta ahora, muchas gracias a todos por leer
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A •M •E • T • H • Y • S • T
FanfictionUn fanfic basado en el au creado por la comunidad, Sprndobluque, C!Spreen como hijo de Rubegetta. Nos situamos en Karmaland, para también llegar a el universo de Minecraft extremo, explorando los diferentes mundos de nuestros cubitos. - ¡Eh!, chiqu...