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[Especial Rubegetta] Parte 2

Luzu estaba ya totalmente molesto ante el desinterés de su amigo el cual seguía sumergido entre sus pensamientos —¡¡La puta madre Vegetta!! ¡¿Puedes contestarme?!!— Samuel volvió en si mismo, dándose cuenta de que llevaba rato distraído — Ah...si perdona Luzu, tienes razón, Willy seguramente sigue odiandome— Borja asintió haciendo un cruce entre sus brazos. — Ahora piensa...¿el podría? — De Luque entendió inmediatamente a lo que su compañero quería referirse. — Sería totalmente capaz...debo hablar con el— se levantó de aquella mesa encaminandose hacia la puerta —¡¡Eh!! ¡Que sigues en pelotas Vegetta!  [Samuel se detuvo ante aquello] ¿Por qué no mejor le llamas y que venga aquí? Así solucionamos todo más rápido— el mayor de dió la vuelta y volvió con el de cabellos castaños, asintiendo ante su petición. 

Tras varios minutos en los cuales el guerrero mitad lobo aprovecho para ducharse y cambiar sus ropas las cuales Luzu amablemente limpio, ambos amigos se encontraban en el living de aquella estancia.

~Vegetta a Willy~: Eh Guille, ¿Dónde estás? ¿Puedes venir a casa de Luzu?

Por otro lado, el mencionado híbrido tigre se encontraba preparando una "sorpresa" con el mitad búho, ambos colocaban con entusiasmo cientos de TNT, en aquel sagrado templo. Toda la mañana la habían dedicado para aquel "regaló" — eso le enseñará a no ser tan rata— menciono el chico alado. El de cabellos blanquecinos se percató de aquel mensaje, el cual le dejo pensando por un momento. — Eh, Fargan, Vegetta me está llamando, ¿Te vienes?— Guillermo dijo mientras bajaba del techo de el templo. — ¿Te está llamando? ¿Qué le pasa? ¿Desde cuándo?— Willy se encogió de hombros achicando sus pequeños ojos. — Yo que se macho, venga vamos.—

Samuel se encontraba inquieto en la sala de estar, pasando su afilada espada de una mano a otra, encaminado en círculos alrededor del sofá. — ¡Es que como se puede ser tan asqueroso!— lanzo el arma contra la puerta de la entrada. —¡¡Para pedazo de mierda!! ¡Mi puerta! — Luzu le regaño al ver la espada clavada contra la puerta. — Oh, perdona macho se me ah ido la pinza— Vegetta dijo apenado, desclavando el arma de la puerta.
Minutos después escucho el toquido de la puerta llamando a esta, Luzu abrió la puerta encontrándose con aquellas dos figuras, frunció el seño levemente, ya que no se llevaba para nada bien con ninguno de aquellos dos "amigos". — Pasad— menciono en un tono bastante poco amigable. El líder de Karmaland les miraba a ambos con aquella espada de una tonalidad índigo — ¿Por qué has traído a Fargan?— pregunto el de cabellos azabache. — Estaba conmigo no le hiba a dejar tirado— respondió el de pelaje cándido. — Luzu se posicionó detrás de el mitad búho, mirándole con recelo. — Ah todo esto, ¿A qué me has llamado?— cuestionó. — ¿Guille a caso te creés que podrías seguir con tus manipulaciones por tanto?— acercó la tizona a el pecho de aquel tigre. — No se de qué leches me hablas— atenuó con una leve sonrisa en el rostro, un fuerte golpe zono ante el puñetazo dado por el mitad lobo sobre la mesa. — ¡Ya déjate de juegos! ¡¿A caso no creés que supe que tú familia mando el ataque a mi reino?! ¡¿O qué el arreglo entre nuestros padres no fue agenciado por tí?! O mejor...¡¿Qué todo el tiempo que estuvimos "juntos" no te follabas a el tonto las tres ese?! — señaló a Fargan, manteniendo un semblante bastante agresivo, dejando mostrar sus afilados colmillos. Una risotada resonó en la habitación, Willy se carcajeaba ante la cara de el "protector" de aquellas tierras, sacando un pequeño interruptor con un gran botón rojo en su centro.
En segundos el búho aprisiono a la semi pantera inmovilizando le. — Oh Vegetita...¿Tanto valor te costó juntar para decírmelo a la cara?— el híbrido jugueteo con aquella espada, acercándose a su oponente. —¡Suelta a Luzu! O te juro que- — Guillermo nego con la cabeza. — ¿Sabes lo que tengo aquí?~ — Vegetta demostró total confusión. — Digamos que hice una visita a la casa del padre...¿Te imaginas que pensara luego de que su amante el cual ¡juro! proteger este pueblo...y que a costa de esto dejo de darle su "amor" por tantos meses permita que su iglesia vuele por los aires? ¡Dios! como sufrirá el pobre oso. ¿No crees Vegetta? — canturreo con una grata sonrisa en su rostro. — Eres un...— apretó con fuerza el mango de aquella espada, demostrando su rabia. — ¡No! ¡Tu lo eres! ¡Eres un maldito traidor! ¡Infeliz! ¡Desvergonzado y poco hombre! ¡¿Amas jugar así con mis sentimientos?! — la rabia le aprisionaba, dejando salir parte de su animal más a la luz. — ¡Nunca sentí nada por ti! ¡¿No puedes entender eso?!— el lobo golpeó la mesa con su puño, haciendo que el de cabellos blanquecinos se molestara más. — ¡Esa es la diferencia, yo te ame Samuel! ¡¿Qué tiene él que yo no?! ¡Es un completo imbécil! ¡¿Por qué- — fue interrumpido por la colera de el contrario — ¡Ni pienses en continuar esa oración! ¡Es todo lo que tú no puedes ser! — El gran hombre de levantó de la mesa, haciéndole frente al rubio. Samuel desvío un poco su mirada, para mirar a su compañero el cual se mantenía aún aprisionado por el mitad búho, ambos se dieron miradas cómplices, la situación se acabaría en ese momento, lo tenían claro. Guillermo soltó nuevamente risotada, la cual no duró mucho al escuchar los gruñidos de aquel negruzco felino, el cual se situaba sobre su compañero alado. Fue cuestión de segundos para que el agarre de Samuel se mantuviera sobre el albino, el cual era amenazado con aquella punzante arma — Dámelo, ahora— referente a el interruptor. El rubio lo soltó en señal de derrota. Vegetta tomó las esposas que ahora el ex policía tenía, colocándoselas. — Luzu, ¿Puedes llevarlos a ambos a prisión? — la pantera asintió, volviendo a su forma humana. Esposando al mitad búho — ¿Ni los huevos vas a tener de llevarme? — Samuel se giro a mirar a Guillermo, para luego sonreír y agacharse lo suficiente para estar a su altura. — Tengo otros asuntos que atender —

Vegetta estaba decidido de al fin solucionar todo el embrollo de una buena vez, como buen líder, gestiono correctamente a todos sus compañeros. Se hizo cargo de borrar todo rastro de aquel semi- ataque terrorista, luego se encargaría de preparar una sesión en la corte para sentenciar a sus "amigos", ahora mismo solo quería volver con su amante y demostrarle todo su arrepentimiento. Ya tenía en mente un lindo plan, una bella sorpresa, sabía perfectamente que Rubén no querría ir a su mansión, así que, el iría a Rubén. Así fue como el lobezno llevo hasta la casa de el mitad oso una gran sorpresa, tuvo que convencer a Lolito, su compañero, un híbrido parte león, para que se llevase junto con Mangel, otro héroe de Karmaland, híbrido mitad koala, a Rubius lejos durante varias horas, que casi fueron días. Vegetta estaba dispuesto a darlo todo ante aquella sopresa, el construir estaba en sus venas, no podía dar un regalo sin dejar un toque de su destreza ante construcciones, así fue como hizo una hermosa casa en un árbol, decorando la con sumo detalle y colocando cosas que sabía que a Doblas le gustarían, tonos cálidos y anaranjados, muchas plantas y toques verdosos, una hermosa cama matrimonial con sus colores característicos y un lindo balcón con mesa para dos que daba hacia el hermoso bosque otoñal que tenían como vista. Aún no satisfecho, decidió preparar una linda comida para ambos, corriendo de un lugar a otro, apresurado porque sus amigos no podían retener mucho más a Rubén, preparo algo sencillo que el rubio amaba, ramen recién hecho el cual tenía un aroma estupendo, por si la situación lo ameritaba también llevo consigo una botella de vino al igual que una caja de preservativos y una que otra cosa más.

Samuel volvió lo más rápido que pudo a aquella casa, dejando un pequeño cartel en la parte inferior, "Lo siento, por favor, regálame unos minutos a tu lado". Dejo el cartel a un lado del tronco del árbol volviendo a subir a la casa que estaba en el superior.

AvisooooOoOOO la siguiente parte tiene contenido +18!!!. Ojito ehh.
Disfruten de su lectura, besitos.