Ambos amigos siguieron el camino en busca de el otro híbrido, los recuerdos seguían presentándose en las memorias de Spreen, algunas más buenas que otras, el sentimiento de abandono y nostalgia eran lo más mínimo que sentía en esos momentos.
Luego de un largo camino, al fin habían llegado a el Spawn, Rubius estaba allí, esperando pacientemente a sus salvadores, esté se encontraba sentado moviendo sus pies en el aire, una gran sonrisa se dibujo en su rostro al ver a lo lejos a sus dos queridos...al ver a lo lejos al híbrido en el oso longevo asomo el reciente recuerdo que los dioses le proporcionaron "ojos amatista".
Lo recordaba perfectamente, o algo así.
El sudor de su frente, los ojos cansados, la habitación completamente ilustrada por los rayos que reflejaba el sol, las sábanas albinas, y la sombra que creaba sobre el su amado acompañante, el cual sostenía en sus brazos a la bella cría que recién llegaba a su mundo. — Miralo, Doblas, es bellísimo— El gran hombre menciono con gran cariño. — Tiene dos hermosas amatistas en sus ojos, se parece a su padre—Rubén no pudo evitar correr a el alcance de ambos, recibiendoles con un cálido abrazo
— ¡¡Chicos!! Creía que moría otra vez aquí, joder— hablo el oso mientras sacudía ambos cuerpos, en su ventaja, estaba que, era más alto que ambos.
— Che, eres tremendo pelotudo, ¿Cómo te morís acá?, Venga vamonos— menciono un tanto molesto.
Los tres amigos se dispusieron a marcharse del lugar, una larga caminata les esperaba. Ambos híbridos caminaban a la par, Rubius, cómo de costumbre comenzaba a hacer preguntas tras preguntas, el pobre francés era un tanto dejado atrás por aquellas grandes figuras,
—Chicos, que me tengo que ir a minar, los dejo, nos vemos en la base— hablo el francés, despidiéndose de sus amigos y desviándose del camino.
Ambos, se despidieron del chico y siguieron su camino, aunque no lo sabían, ambos estaban nerviosos por estar solos con el contrario, tenían muchas preguntas en sus adentros. — Eh...¿Y qué tal?— El oso cafetucho intento entablar una conversación.
— *Todo tranqui, pa— dijo con simpleza el contrario.
— Joder, ¿eres el mejor teniendo conversaciones verdad?— Rubius frunció un tanto el seño y se cruzó de brazos mientras continuaba caminando.
— ¿Qué querés? ¿Qué te cuente mi vida?— El menor continuaba con facilidad, un tanto dejando atrás a su compañero.— No estaría mal, así nos podríamos conocer mejor— dijo ya un tanto sarcástico.
Ambos, Inconscientemente se encontraban un tanto nerviosos por aquella conversación, en sus adentros sentían la cercanía uno con el otro, aunque, era difícil de reconocer para ambos.
— Una pija, yo debería hacerte preguntas acá, tu fuiste el que calló de la nada— decía bastante decidido.
— Joder, vaya desconfiado, está bien, pregúntame lo que quieras— estaba claro que saldría perdiendo.
— ¿De dónde venís?— El híbrido azabache se giró para mírale a los ojos. — De un pueblo, llamado Karmaland, ¿No te lo había dicho ya?— este le miro, arqueando una ceja, — Ni me acuerdo pedazo de pelotudo— se dispuso a seguir avanzando, —Eemm, ¿Tenés pareja allá?— dijo con simpleza — Eeh, es complicado, ¿Tal vez?— Spreen se extraño ante la respuesta.
Así se estuvieron por la mitad del camino, haciendo preguntas simples y bobas, algunas un poco más profundas que otras, ambos híbridos se empezaron a llevar muy bien, su relación era agradable y empezaron a tenerse cariño uno con el otro bastante rápido, tanto así que ambos se sorprendían con lo bien que se llevaban. Todo estaba yendo muy bien, aunque, no todo es así de simple.— Dejame' ver si entendí boludo, entonces, ¿Has viajado por varios mundos? Pero al llegar a otros, olvidas' estos. Tremenda mierda— Rubius asintió ante lo dicho por el oso. — A ver, a ver, quiero saber más por el pibe este, el que te gusta mucho. ¡Decime su nombre!— Rubén se negó, no quería hablar de más — Que no coño, ¿Para qué lo quieres saber?— hablo avergonzado. — ¡Dale boludo! ¿Qué te cuesta?, Ni lo voy a conocer wacho, enseñamé' anda, anda, ¡que se que tenés una foto!— hablo suplicante. El albino se avergonzó un poco, había hablado mucho y ahora el bobolon este sabía muchas cosas. — ¡Que no coño!, Déjalo ya— hablo molesto. — ¡Enseñamé', anda' enseñamé, anda', dale', por favor, enseñamé'— seguía suplicante, ambos sabían que no hiba a parar hasta que le enseñará lo que quería. Rubius se resigno, ¿Qué probabilidad habría de que le reconociera? Es más...ni si quiera sabía si en realidad era hijo suyo.
—¡¡Vale ya!! Joder está bien, te enseñaré coño, eres como un crío— Spreen le miro con una sonrisa victoriosa, Rubius rebuscó entre las bolsas de su sudadera, sacando de una de estas un pequeño cuadro blanco con algunas manchas, Rubén desdobló este, dejando en sus manos una gran imágen — ¡Dejamé' mirar!— Spreen arrebato de las manos de Rubius la foto, esté la miro con detenimiento, el oso mayor estaba nervioso, aún estaba la idea en su cabeza ¿Y si, si era?... La ansiedad comentaba a atacarle. — Menuda-— el osezno comenzaba a hilar varias cuestiones de su cabeza. La imagen mostraba a dos hombres, rápidamente diferenció a ambos, estaban abrazados uno más alto que el otro, claramente Rubius, pero el contrario...sus ojos, su mirada, se detuvo un rato ahí, mirando aquel rostro, cada vez sus ojos se abrían más de la impresión, su corazón latía con rapidez, como si fuese a despegar, sus pupilas se movían de un lado a otro asimilando, ¿Por qué se parecía tanto a él?, ¿Por qué todo encajaba tanto?, ¿Por qué le recordaba su infancia?, ¿Por qué ahora?,¿Por qué así?,¿Podría ser cierto?, ¿Ellos podrían ser?. Spreen miro a Rubius por un momento, fijamente, con la misma mirada que el hombre de aquella foto. — Con...Con el tuviste, hijos— hablo titubeando, sus manos temblaban al sostener la foto. Rubius le miro, sabía que algo ya andaba mal. — Eh...S-Si, ¿Qu-— el oso menor le interrumpió. — ¡¿Y pensabas ocultarlo más?!— los ojos de el menor se enternecieron, ese día estaba llorando demasiado, Rubius entro en shock, toda su mente se quedó en blanco, empezaba a sudar, estaba aterrado. — Sos un hijo de remil putas_— le devolvió la imagen impactandola contra su pecho, no sabía porque estaba actuando así, se sentía ansioso y atormentado, un amargo sentimientos de abandono como si realmente tuvieran una co- relación, como si formara parta de si, un apego que solo un hijo tendría con un padre. Spreen se retiró de allí, no quería ver más a Rubius, no hasta tener en caldo que ocurría con el, dejandolo atrás, la mirada de Rubén estaba perdida, aterrada, quería llorar, quería ir tras de él, detenerlo y explicarle todo, pero no podía, no podía moverse, no sabía que hacer.
¿Qué ocurre aquí?
Una tensión en el ambiente ¿No creen?. Váyanse preparando, el drama a penas va a una cuarta parte queda mucho por recorrer, ¿Qué puedo decir en mi defensa? La verdad no tengo me encanta el drama y el caos JAJA, disculpen de antemano.Disfruten su lectura <3.
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A •M •E • T • H • Y • S • T
FanfictionUn fanfic basado en el au creado por la comunidad, Sprndobluque, C!Spreen como hijo de Rubegetta. Nos situamos en Karmaland, para también llegar a el universo de Minecraft extremo, explorando los diferentes mundos de nuestros cubitos. - ¡Eh!, chiqu...