●◎Un futuro distorsionado◎●

Cap 13 😴

Narrador:

- Coño, Thomas quitate - dijo enojado el de cuernos, odiaba y siempre odió cuando Tom se ponía borracho. El británico lo seguía abrazando, sin pensarlo sus piernas ya estaban chocando contra la cama.
Y lo que sintió después fue como se caía junto a él de vizor a ésta misma.

El cuerpo del de vizor estaba sobre el suyo, era una posición un poco incómoda.

En la mañana, el primero en despertar fue el británico, quien se despertó con un fuerte dolor de cabeza después de unos segundos es que recordó los sucesos de anoche y con quien estaba y donde estaba.

- Oh, mierda.... - dijo en un susurro al notar a un noruego acurrucado en su pecho, eso era tierno pero en esa ocasión no le iba a parar bola. Fue alejando lentamente el cuerpo ajeno y con extremo cuidado de no despertar a su contrario, fue saliendo de la cama.

Se puso a ver un poco la habitación; tenía una cama grande, dos almohadas, unas cortinas que tapaban tal vez una ventana, habían dos puerta, una deberia ser el baño y la otra no sabía que era.

Abrió una y efectivamente, era el baño, entró a esta e hizo sus necesidades, ya listo salió de éste y trató de abrir la otra puerta, pero estaba cerrada. Por vencido, salió de la habitación y cerró la puerta delicadamente.

Al salir soltó un suspiro.

- Uff, eso estuvo cerca. - dijo para si mismo sin darse cuenta que alguien más estaba en ese corredor.

- Que hacías en la habitación del jefe? Eh, Thomas? - preguntó un voz a sus espaldas, se giró y se dio cuenta que solo era Patrick. Calmado se acercó a él.

- Es una historia muy larga y una tanto complicada de explicar, te la podría contar, pero tengo que hacer mis cosas e ir a preparar el entrenamiento de mis reclutas - dijo inventándose una excusa para evitar una charla incómoda para él.

- Pero, no que el entrenamiento de los soldados empezaba más tarde? Apenas son las 5:00.

- Son las 5:00?! Digo, claramente son las 5 - respondió nervioso - Es que tengo que ir a mi habitación, a alistarme. Tu sabes, cosas de superiores . Bueno , chao - y con eso dicho se fue corriendo, dejando solo a un polaco un tanto confundido y muy divertido por las ocurrencias que acabó de soltar su amigo.

De vuelta con el británico.

Éste we, iba corriendo como flash hasta su cuarto, cuando llegó entró en este y
se fue inmediatamente a bañar, se vistió y agarró de su mesita de noche un pastilla para el dolor de cabeza. No aguantaría todo el día así.

Salió de su cuarto y se dirigió al comedor, al que madruga Dios le ayuda dicen por ahí.