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POV. NATALIA

- Entonces a ver que yo me aclare. ¿Le vas a pedir salir? ¿Cómo si tuvieras quince años?- 

- ¿Es lo que se hace, no?- 

- Claro, los adolescentes de quince años.- 

- Así no ayudas Icíar.- 

- ¿Por qué no lo hablas con ella?- 

- Pero es que no sé como soltarle el tema.- 

- Pues con palabras, un discursito de los tuyos y ale.- 

- No sé si voy a poder.- 

- Que sí, cuando estés con ella a solas lo habláis tranquilamente. Si es que yo ya te veo decidida a hacerlo y preparada para una relación.-

- Qué complicado es el amor, me cago en todo.- 

- Tu también lo complicas de más.- 

- ¿Y si me dice que no quiere estar conmigo?- 

- No creo que te diga eso, ¿No?- 

- No sé.- 

- Que bien vas.- Dijo Icíar riéndose. 

- Tengo miedo.- 

- Pero que es Alba, llevas liada con ella meses ya.- 

- Pues por eso mismo.- 




POV. ALBA

- Odio a los hombres.- 

- Hola a ti también.- 

- ME CAGO EN LA PUTA, QUE PUTO SUSTO NATALIA, ERES GILIPOLLAS.- 

Natalia se empezó a reñir mientras yo intentaba hacer que mi corazón volviera a su sitio. 

¿Qué cojones hacía en el estudio a las dos de la madrugada?

¿Esta mujer?

- Lo siento.- Dijo sin dejar de reírse, dejando la guitarra a un lado y levantandose a darme un abrazo. 

- Joder. ¿Qué haces aquí?- 

- No podía estar en casa, me estaba agobiando y como me dijiste que podía venir cuando quiera... Es un lugar que me transmite paz. No sabía que tú también ibas a venir a estas horas, lo siento.- 

- No pasa nada. ¿Quieres contarme que te pasa?- 

- ¿Y tú? Porque es muy raro que estés aquí a estás horas.- 

- Marina y Xavi, que me tienen harta.- 

- Ala, ¿Y vienes siempre aquí cuando están haciendo...?- 

- Sí hija sí.- 

- Puedes venirte a mi casa sino, cuando pase eso.- 

- No quiero molestarte.- 

- Nunca molestas Albi.- 

- Bueno, ¿Tú estás bien?- 

- Es que mis pensamientos estaban acabando conmigo, y he cogido la guitarra y he salido a que me diese el aire y he acabado aquí.- 

- ¿Y estás mejor?- 

- Ahora que has venido sí.- 

- Eres una cursi Natalia Lacunza.- 

- Ya no te digo cosas bonitas nunca más.- Se hizo la dolida. 

- Mira que eres tonta eh.- Dije riéndome y besándola antes de sentarme en el suelo a su lado. 

la bajistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora