POV. NATALIA
- Con Alba.- Dijo Marina sonriendo.
- Vaya vaya.- Dijo Diddy riendo.
- Diddy.-
- Un momento.- Les interrumpí.
- ¿Qué pasa?- Preguntó Alba.
- ¿Quién ha contado que éramos seis?-
- ¿Como?-
- Si somos cinco, somos impares.-
- Hostia es verdad, que cojones- Dijo Marina riendo.
- Lee el otro papel que está con el de Diddy.- Dijo Alba riendo.
- Pone Diddy también, me meo.- Se empezó a reír Marina.
- Aquí la inteligencia brilla por su ausencia eh.- Dije riéndome también.
- Dios, ¿Pero cómo somos tan tontas?- Dijo Saray sin dejar de reír.
- Vale, entonces una duerme sola. Yo me ofrezco, ya que he salido yo con yo misma.- Dijo Diddy.
- Pues tu y yo juntas.- Le dijo Marina a Saray.
- ¿Vemos otra o nos vamos a dormir? Son ya la una y media.- Dijo Saray.
- Yo estoy muerta, así que voto por irnos a dormir.- Dijo Diddy.
- Pues a dormir todas. ¿Alguien quiere un pijama o pantalón de chándal?- Preguntó Marina.
- Pues todas.- Dijo Saray riendo.
- Bueno, yo tengo los de Alba, pero una camiseta no os voy a decir que no.- Les dije.
Nos preparamos y nos fuimos todas a dormir.
Alba dejó la cama de Queen en su cuarto para vigilarla después de darle la mediación que le tocaba.
- Oye Alba.-
- Dime.-
- ¿Te molesta si duermo sin pantalones? Es que entre que no sé dormir con pantalones y estos que me van cortos.-
- Si claro, no pasa nada.- Dijo Alba sonriendo y metiéndose en la cama.
- ¿Alguna preferencia del lado de la cama?- Le pregunté.
- Pues la verdad es que no, ¿Tú si?-
- El lado de la pared, así no me come el monstruo.-
- Tres años tienes.-
- Cuando te coma a ti el monstruo ya me lo repetirás.- Dije metiéndome debajo de las sábanas.
- Apago la luz.-
- Vale.-
Alba apagó la luz y al rato nos quedamos dormidas.
POV. ALBA
- Callaos que las vais a despertar.- Escuché una voz, la que reconocí de Diddy.
- Madre mía es que parecen novias.- Y esta la de Saray.
- Pero son tan adorables, es que ojala haya algo ahí.- Y ale, la que faltaba, Marina.
Aún medio dormida analicé la situación, y noté como estaba pegada a Natalia.
La madre que las parió.
- Tenéis dos segundos para salir de aquí.- Les dije sin abrir los ojos y escuché pasos apresurados y la puerta cerrarse.