POV. ALBA
- DEJEN PASO A LA AMBULANCIA.- Gritó el mismo policía que no nos dejaba pasar.
- Dios.- Dijo Marina viendo como llegaban dos ambulancias.
- Tengo miedo ahora mismo.- Dijo Saray.
- Que no le haya pasado nada por favor.- Dije mirando a ver si veía algo.
- A ELLA PRIMERO.- Se escuchó un grito, que reconocí muy bien la voz.
- Esa es Natalia.- Dije.
- Sí, a mi también me lo ha parecido.- Dijo Diddiy.
- Por favor necesitamos pasar.- Le dije otra vez al policía.
- Cuando la suban a la ambulancia puede pasar una.- Nos dijo.
- ¿Cuándo la suban a la ambulancia? ¿Qué le ha pasado?- Preguntó Marina.
- Yo no puedo hablar.- Dijo el policía.
- Me cago en la puta con los pitufos de mierda.- Dijo Marina.
- ¿Tu también? ¿Te quieres jugar una multa como tu amiguita?-
- Es mi hermana.- Le dije.
- Lo que sea.-
- ¿Quiere decirnos de una puta vez que ha pasado?- Le dije de malas maneras.
- Dime tu nombre.-
- Alba.-
- ¿Apellidos?-
- Martínez Reche.-
- Bien, te vas a llevar la multa calentita. Dime tu DNI.-
- No.-
- Que me lo des te he dicho.-
- Es injusto perdona que te diga, sólo queremos saber si nuestra amiga está bien porque no sabemos nada.- Se metió Marina.
- A ver, vamos a calmarnos un poco. Señor, es normal que estemos preocupadas, es nuestra amiga y no sabemos nada de ella, a veces los nervios nos hacen perder los papeles, a todo el mundo le pasa. Y vosotras dos, calmaros un poco que ya os vale.- Dijo Saray.
- VALE, ARRANCAMOS.- Dijo una ambulancia saliendo de ahí.
Llamaron al policía y se fue con otros dos y nos quedamos ahí delante como pringadas.
- Madre mía con las Reche.- Dijo Diddy.
- Vale, una de vosotras que venga.-
- Ves tú Alba si quieres.- Dijo Marina.
- Vale.-
El policía me llevó hasta una de las ambulancias.
Madre mía la que se había liado en un momento.
- Natalia!- Dije subiendo a la ambulancia cuando la vi ahí dentro tumbada.
- Hola.- Dijo sonriendo.
- ¿Me puedes explicar que coño ha pasado?-
- Es una historia larga.-
- ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado?-
- Me han apuñalado, pero estoy bien.-
- Vale, tú siéntate en ese asiento y ponte el cinturón, y tu estate quieta, nos vamos al hospital.- Nos dijo el técnico de la ambulancia.
- Vale, gracias.- Dije haciéndole caso.
Saqué el móvil le escribí a Marina diciéndole que íbamos al hospital que fueran ellas hacía ahí.