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Koko consiguió lo que quería, una invitación al matadero de Tara y no solo él, todo Bonten recibió una botella de su mejor cosecha a manera de invitación.

Aunque me doy puntos por la forma tan original de llevarnos a su viñedo, me pensé varias veces en ir a visitar al único vínculo que tengo con Tara, pero sé que aquí no viven los Takahashi, solo es su lugar de reuniones y sirve como tapadera para sus negocios ilícitos.

Mejor me fui al bar a beber sin control, la bruja tiene una buena colección de licores y pienso probar cada uno de ellos.

Es difícil no verla, llama mucho la atención sin que lo quiera, puede haber cien mujeres más bellas que ella, pero todas las miradas siempre irán a Tara.

Tiene un vestido ajustado de color vino, por el frente está todo tapado, pasando por detrás de su cuello, pero por detrás con un escote prominente, que llega hasta la base de su espalda, y en medio de su cuerpo un tatuaje de una carta de diamantes.

Ya había olvidado que lo tenía.

Por mucho que quiera ver a otro lado no puedo, inconscientemente mi mirada regresa a ella.

Desde que llegué, Mikey no se ha separado de Tara, se la pasan hablando y riendo. Si el plan del jefe es engatusarla no lo va a lograr, Tara no es de las que se enamoran.

Estaba por mi décimo trago cuando Ran llegó a acompañarme, no somos precisamente amigos, pero es al que más tolero después del jefe.

-¿le dirás al jefe sobre el niño?

Fingí no saber de que me estaba hablando, no quiero arrastrarlo a mi vida caótica, suficiente tiene con su madre.

-No sé de qué me hablas.

-¡Ay por favor Sanzu! "Al niño no lo tocan" no fue nada discreto de tu parte.

-¿Cómo sabes de él?

Llevo ocultándolo el último año y medio, si alguien se entera que es mi hijo no dudarán en matarlo y ni si quiera su tirana madre podrá protegerlo mucho.

-Mikey me pidió que siguiera a Sémele los últimos días, el mocoso es una réplica tuya. Y bueno no hay que ser muy inteligentes para verlo, 2 y 2 son 4 Sanzu y en definitiva tú eres el padre biológico de él.

-Solíamos hacerlo sin condón, era de esperarse que terminara embarazada.

El día que me dijo que la regla se le retrasó no le tomé mucha importancia, no era la primera vez que le pasaba, pero esa última ocasión salió un aterrador positivo.

Aún así Tara parecía muy tranquila, dijo que el bebé estaría bien mientras nadie supiera de nosotros, pero al principio yo tenía mis dudas, ella era una mujer casada y Dionisio también se la cogia.

Peleamos después de que le dije que hasta no saber que era mío no quería saber nada de él, no hablamos durante meses, hasta que llegó con una prueba de paternidad.

-¿Qué hay de Dionisio? No creo que tolerará que te cogieras a su esposa.

-No lo sé, ella decía que era un hombre blando, además murió mucho antes de que naciera.

Como dije, Tara haría lo que fuera por el mocoso y apostaría lo que fuera que lo mató para protegerlo y que nunca se enterara realmente de quien era.

Pero como todo Dionysus lloraba la pérdida de su jefe, se alegraron de que al menos dejará un heredero. Desde entonces Tara se ha dedicado a cuidar la herencia de Luca.

-Pues lo dejó muy hien protegido, él herederá todo Dionysus... aunque yo creía que ustedes son terminarían juntos.

-Las cosas nunca son lo que parecen.

Blood In The WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora