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Enviudar

Tara quiso hacer una reunión de último momento con los ejecutivos de Bonten, podemos estar juntos pero nunca hablamos de nuestras posiciones o los planes que tenemos para nuestras organizaciones por el bien y la seguridad del otro.

Llegó acompañada de dos de sus hombres más cercanos, se le miraba algo cansada y podía ver que se sentía mal, el maquillaje le daba una apariencia fresca, pero yo llevo demasiado tiempo con ella para saber como se ve realmente.

La junta se abrió hablando sobre los Yakuza y los Seed, nada particularmente preocupante, la misma mierda de siempre.

-Pienso ofrecerle a Bonten el mercado de las sustancias en Italia, Dyonisus se hizo con él el mes pasado, así que tendrán entrada libre. Además pienso darles a nuestros informantes dentro de la policía.

-¿Por qué estos regalos tan vistosos?- preguntó Mochi, un poco intrigado por el cambio de actitud de Tara.

-Ran y yo comprometimos a nuestros hijos.

Esa hija de perra.

-Esa parece una decisión importante y también muy precipitada.

Mikey estaba muy interesado en los planes de mi mujer, me gustaría saber que se traé entre manos, pero es tan imprescindible que no tengo ni la menor idea.

-Ustedes son nuevos en esto, pero mi familia lleva generaciones, los compromisos arreglados son normales, el mío fue uno de ellos así fue como Dyonisus logró entrar a Italia, pronto sus hijos tomaran sus lugares y yo quiero que el mío esté en buenos términos con los suyos.

Yo la creía inteligente, pero me equivoqué está loca.

Además me importa una mierda como se hacen las cosas, mi hijo no es una puta mercancía que se puede intercambiar por algo de billetes.

-¿Tú estás de acuerdo? ¡La acabas de vender Ran!

Rindou no trató de ocultar su enojo por el reciente compromiso de su sobrina, quería hacer lo mismo, reventarle la cara a Ran a golpes.

-No, no lo hizo - Tara habló de forma calmada -Le aseguró un buen futuro a su hija, ahora les puede parecer muy precipitado por la edad de los niños, pero en algunos años ustedes harán lo mismo con los suyos.

No importa que tenga que hacer, Luca no se va a casar con la pequeña Haitani.

-Rindou calmate, es lo mejor para ella y sobre todo para la alianza.

¿Con que le debería pegar primero? ¿puño o pie?

-Si no tienen más que decir me retiro, cuando estén listos acordaremos como llevar la mercancía a Europa... ¡Chiao!

Ahí iba ella, moviendo el culo con ese pomposo vestido y saliendose con la suya como siempre.

Salí detrás de ella, sin importarme quien me viera, voy a obligarla a romper con ese compromiso de una vez por todas.

-Muévete- la tomé por el codo y la llevé a mi oficina, cerré la puerta detrás de nosotros y puse el seguro para que nadie se metiera sin permiso.

‐¿Estás loca? Acabas de vender a nuestro hijo Tara, le pusiste una puta diana en el pecho.

No solo es que le haya hecho lo mismo que le hicieron a ella, ahora también Rindou hará hasta lo imposible para deshacerse de Luca.

-No lo hice, le aseguré la vida Haruchiyo, no podrán tocar a Luca porque si lo hacen el trato se va a la mierda y si Ran habla más de la cuenta pondrá a su hija en peligro, además solo es una tapadera no se van a casar Sanzu, nuestro hijo va a tener todas las opciones que yo no tuve amore. Es una tapadera.

Blood In The WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora