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Estar con los Takahashi era como sentirme en otro mundo, uno donde somos una familia normal con problemas aburridos.

Luca ya se acostumbró a mi presencia y me busca de la misma manera en que lo hace con su madre, cada vez habla más, aún sigue mezclando palabras en ambos idiomas pero no tardará en dominarlos.

Tara decidió quedarse con el feto, dijo que era nuestra oportunidad de hacer las cosas bien por una vez. Este bebé representa una alianza definitiva entre Dyonisus y Bonten, por eso lo vamos a mantener oculto hasta el día de su nacimiento. La vida de ambos correría peligro si alguien se entera que Sémele va a dar a luz al hijo del segundo al mando en Bonten.

-Suzu, ten- Luca estiró su mano con un cheto a medio comer.

No tuve de otra más que tomarlo, quiero que me vea como a su padre, porque odio tener que escucharlo como anda por ahí diciendo papa Dino esto papa Dino aquello.

-Soy Sanzu, Io sono Sanzu, papa Sanzu- lo corregí con la esperanza de que comience a referirse a mi correctamente.

-Hablale en Japonés- me regañó su madre mientras se sentaba en mis piernas.

-Pero tú dijiste que querías que hablara italiano

-Si, pero un italiano nativo y también quiero que su japonés sea igual, debe de aprender con quienes hablar sus idiomas.

Luca seguía viendo sus caricaturas raras sin dejar de comer sus frituras, ajeno a su caótica vida familiar.

Acordamos que cuando fuera su momento le diríamos que yo soy su padre biológico, pero no quiero esperar tanto.

- ¿Cómo están?- le acaricié el estomago donde crecía nuestro segundo hijo

-Bien, con las mismas náuseas de siempre.

Prácticamente se la pasa con la cabeza metida en el escusado todo el día, le duelen las tetas, hay días donde no me soporta y otros que solo se la quiere pasar conmigo, ya de por si es impredecible, pero con las hormonas del embarazo se pone todavía peor.

-¿Ye pensaste en nombres?

-Si, Julian si es niño, pero si tuviéramos una niña me gustaría que se llamara Myrella.

Adoro cuando habla con su acento.

-¿No has pensado en nombres un poco más tradicionales? no sé cómo Sakura, Yoshiro o algo parecido.

-Muy vulgares para mi gusto y como yo voy a sufrir todo el proceso del embarazo lo mínimo a lo que tengo derecho es a escoger el nombre.

Para que me esfuerzo, esa mujer siempre va a tener la última palabra.

-Al próximo yo lo nombraré.

- Amore no va a haber próximo y si existiera la posibilidad de tener un tercer hijo yo lo voy a nombrar ¿capisci?

-¿Qué te crees? ¿La hija del padrino?

-Que mal chiste Haruchiyo. Pero la verdad me gustaría que fuera un niño.

-¿Por qué? Ya tenemos uno, sería mejor tener una niña.

-En este mundo no hay lugar para las mujeres, si tengo puros varones sus futuros están asegurados, pero a lo poco que puede aspirar una hija mía es a conseguirse a un buen marido.

-Sanzu Haruchiyo es su padre, cualquier cabron que quiera tocar a una de mis hijas tiene que pasar sobre mi y bellissima yo nunca pierdo.

Ella me sonrió para después darme uno de esos besos cortos que tanto le gustan.

Blood In The WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora