PÁGINA 5

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Escuchar tu voz por primera vez solo fue el inicio de un incesante deseo por querer escucharla por mucho tiempo más y como si algún ser divino de verdad estuviera escuchando mis plegarias, cada tarde sin falta, comenzaste a entrar por la puerta de Coffee Prince.

Al inicio no podía adivinar la hora exacta, ni mucho menos si me tocaría atenderte, pero conforme avanzaban los días, descubrí que dos veces por semana te aparecías en el lugar después de las 4:00 p.m., por lo que intenté estar en el mostrador durante ese tiempo e ir teniendo algún indicio de tu nombre. Sin embargo, te las arreglaste muy bien para omitirlo, a veces, pidiendo en nombre de tus amigos o ellos en el tuyo.

Fue en una de esas tardes también, que pude notar que pasabas el tiempo trabajando sobre un cuadernillo y por los pinceles que utilizabas, imaginé que eras un pintor con experiencia.

Estabas ahí, a un lado de los ventanales, sonriendo de vez en cuando al mirar con detalle tus avances y levantando la mirada solo por una pequeña fracción de segundos, como en busca de alguna inspiración.

Te veías extremadamente lindo, pero debí suponer que observarte por más tiempo del necesario resultaría en un desastre.

Nuestras miradas se cruzaron fugazmente y los nervios se apoderaron de mi a tal grado que tuve el impulso de hacerme bolita y esconderme detrás del mostrador, pues el sonrojo llegó tan pronto hasta la punta de mis orejas, que incluso una linda chica que estaba en la barra soltó una risita, mirando en tu dirección.

Le devolví una tímida sonrisa y fingí acomodar un par de servilletas, solo por si acaso tu también lo hubieras notado, sin embargo, pude darme cuenta que para ti no tuvo importancia alguna, pues volviste a tu trabajo sin ningún tipo de reacción.

Debo confesar que aquello me decepcionó un poco, pero después de un rato la curiosidad pudo conmigo y quise acercarme un poco para descubrir que era aquello que pintabas.

Pensé en barrer, pero esa era tarea de Seungmin y no estaba planeando aligerarle la carga, por lo que, terminé limpiando las mesas cercanas a tu lugar. Aunque, al final todo fue en vano y no logré conseguir nada más que un regaño por parte del mismo Seungmin, alegando que solo me gustaba perder el tiempo.

¡Ja, lo decía el que se la pasaba comiendo detrás del mostrador!

En fin, sin saber realmente de que se trataba, quise pensar que debía ser algo realmente hermoso, pues era evidente la pasión con la que lo hacías.

De hecho, parecías ser un buen estudiante y después de aquél día me preguntaba constantemente si estarías al inicio o al final de la carrera.

Esperaba que fuera al inicio, así podría pasar mucho tiempo más viéndote por los alrededores y no sé, quizás conseguir el valor para acercarme a ti.

Por cierto...
Aquel día descubrí que verte hacer lo que te gusta, me gusta más que cualquier otra cosa.

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𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞 [𝓗𝔂𝓾𝓷𝓛𝓲𝔁]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora