𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞 [𝓗𝔂𝓾𝓷𝓛𝓲𝔁]

PÁGINA 16

Nota 29. ✍︎

“Si tu me conocieras...

¿Realmente podría tener una

oportunidad?”

Atte.🍪

Y allí iba otra ridícula pregunta que no alcanzaría a tener respuesta.

Había pasado casi un mes y yo seguía siendo igual de ingenuo, esperando porque alguno de mis poemas tuvieran efecto en ti o que por lo menos sonrieras abiertamente con alguno de mis chistes.

Sin embargo, las pocas reacciones que logré obtener de tu rostro solo fueron un par de sonrisas extrañas y llenas de burla, además de uno que otro suspiro cansado.

De hecho, justo esta mañana, cuando escribía la nota, Chris me ha preguntado si había algún cambio en nuestra "relación" y solo pude sonreír amargamente, explicándole que a pesar de todo seguías sin verme.

—Deberías dejarlo por un tiempo, recuerda que el amor unilateral no siempre es suficiente.

Sus palabras fueron como un golpe de realidad y durante el resto del día comencé a plantearme dejar ir mi ilusión por ti una vez más.
Aunque, para este tiempo ¿No deberíamos estar ya acostumbrados al tipo de bromas que nos juega la suerte?

Mientras un nuevo suspiro abandonaba mis labios al mirarte de reojo, logré distinguir como escribías de vuelta en mi preciada nota.

Me levanté del mostrador inmediatamente, tallando mis ojos con el dorso de mi mano, temiendo que aquello fuera solo un sueño más.

No, no lo era. Tu realmente estabas escribiendo allí, luciendo una media sonrisa y preparándote para salir poco tiempo después.

—¿Lo has visto?— la voz de Seungmin me hizo pegar un brinquito.

—¡Shh!

Enganché mi brazo al suyo y ambos nos dedicamos a observar tu camino hacia la salida, con el vaso en mano.

Realmente no podía entender muy bien de que iba todo eso, pues cuando terminaste de escribir volviste a colocar la nota sobre el vaso y ya me estaba preparando para preguntarle a Seungmin que pensaba, cuando botaste todo al cesto de la basura, mientras que con la mirada te asegurabas si de casualidad había alguien fijándose en ti; por lo que Seunming me hizo voltear hacia otro lado rápidamente, fingiendo que limpiaba la barra.

Cuando finalmente desapareciste al doblar la esquina, tuve el impulso de correr al cesto de basura y ver que era lo que habías escrito, sin embargo, Seungmin me tomó del delantal, deteniendo abruptamente mi carrera.

—¿Eres tonto o algo así?

—¡Déjame, tengo que ver!

—Claro, ¿Y por qué mejor no corres detrás de él y le dices de una vez por todas quién es la galletita molesta que le jode la vida todas las tardes?

—¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no!

—Pues si no quieres eso tendrás que esperar a que deje de espiar...

Entonces su mirada señaló un pequeño espacio en el callejón del frente, dónde pude reconocer aquella cinta en tu cabello, que se alborotaba con la brisa de la tarde.

—Es una trampa, listillo.