Neurotic Love [Traducción]

Capítulo 5

Desde el exterior nadie habría adivinado que algo estaba sucediendo en el interior de la mansión, pero si escuchabas con atención, los gritos y los disparos se podían escuchar con fuerza. Pete sostenía su arma con fuerza, la mano de Vegas aún agarraba la suya mientras tiraba de él.

Estaban furiosos, Macao acababa de regresar de un viaje al extranjero y se instaló de nuevo. Vegas no veía nada más que rojo cuando irrumpió en la entrada principal de la mansión, Pete de guardia justo detrás de él. Quien carajo se atreve a atacar a la familia menor.

Pete respiraba con dificultad, las manos le temblaban un poco por la sensación asesina que fluía por sus venas, sus ojos eran oscuros y aterradores y juró por todo lo malo que si alguien se atrevía a apuntar con un arma en su dirección, se aseguraría de que no pudieran vivir otro segundo.

La sed de sangre y la adrenalina lo maldecían, siempre un paso por delante de Vegas. Si había alguien a quien se le permitiría llevarse a Vegas era Pete y Pete solamente . Así que en el momento en que apareció otro hombre, Pete sacó su cuchillo y le cortó la garganta con un corte limpio y preciso. La sangre salpicó su rostro, pero no le importaba, no podía importarle .

Su mente gritaba con Vegas y Macao y su único pensamiento era proteger.

"¡¿Quién se creen que son ustedes?!", Su voz era fuerte, enojada y molesta. Ojos brillando maniáticamente mientras apuñalaba su cuchillo directamente en el ojo de otro antes de dispararle directamente en la cabeza. No le importaba una mierda a quién mataba en el camino mientras todos murieran.

Vegas estaba furioso y asombrado, sus ojos nunca se apartaron de Pete ni por un segundo. Este era otro lado de Pete que rara vez llegaba a ver y, por lo tanto, esperaba pacientemente cada vez. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras observaba con ojos conscientes cómo su guardaespaldas ni siquiera dejaba que un solo hombre levantara su arma contra ellos.

Vegas siempre ha sabido de alguna manera que había un fuego profundo, un deseo profundo que ardía dentro de Pete. Ardiendo y esperando a ser desatado. Y finalmente pudo ver las etapas iniciales de pura locura atravesando a su encantador guardaespaldas. Solo estaba esperando que Pete finalmente lo dejara ver, que finalmente le permitiera probar lo que había más allá de la fachada que le gustaba mantener.

Vegas estaba ansioso por ver a Pete desatar su verdadera naturaleza frente a él, pero sabía que tendría que esperar un poco más para que eso sucediera. Como Pete era bueno, Pete era el mejor, no se atrevería a cometer un desliz por completo. Así que Vegas tenia que ser paciente.

Pete estaba lleno de odio e ira desde adentro hacia afuera. Su mente estaba nublada y su vista entrecerrada. Ni siquiera se dio cuenta de que su propia mano se lastimó, atrapó la daga de otra persona, el dolor disminuyó por el violento rugido que lo atravesaba. La herida sangraba profusamente y, sin embargo, no podía permitirse detenerse. El dolor apenas sentido mezclado con el placer absoluto de matar a estos hombres podridos lo tenía mareado y zumbando. Vio rojo. Bonito rojo carmesí que se derramaba de todos y cada uno de los que se atrevían a mirar hacia Vegas. Necesitaba encontrar Macao y mantener a Vegas a salvo.

Las palabras se repetían una y otra vez en su mente como un mantra. Se sentía loco, fuera de sí y todo estaba tan jodidamente ruidoso . Sostenía su cuchillo en una mano y su arma en la otra, sintiéndose delicioso y delirante y un poco menos como él mismo con cada segundo que pasaba.

Unos cuantos disparos más. Pete disparó unos cuantos tiros más y de repente todo quedó en silencio. Jadeaba con fuerza, las manos le temblaban y estaba empapado de sangre caliente. Sus ojos estaban irreconocibles, aparentemente en un trance del que ni siquiera podía salir. Su mente estaba nadando, ni una sola cosa estaba procesando hasta que la mano de alguien aterrizó en su hombro. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que dejó de procesar su entorno.