ten.party

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Hoy era el día de la fiesta de Pablo y sus amigos y no tenía ni  idea de que ponerme, busque por todo el armario, me probé como mil outfits y ninguno me gustaba, incluso tuve que pedirle ayuda a mi mamá y seguía sin gustarme nada hasta que me decidí por una pollera (falda) bordo y un top blanco a rayas con mangas por debajo de los hombros y unas converse blancas. Me maquillé un poco y salí de mi casa, dirigiéndome hacía la dirección que me había mandado Pablo. Cuando llegué ví que era una casa que de seguro habían alquilado para hacer dicha fiesta, cuando entré, había más cantidad de gente de lo que me había imaginado pero le resté importancia, hasta que lo encontré a Pablo, cuando me vió, vino caminado hacia mi.

— Estás hermosa.

Sentí que la sangre subía a mis mejillas y mire hacía abajo avergonzada.

— Gracias pero vos no te quedas atrás eh

Le hice dar una vuelta mientras nos reíamos, después aproveché a ver el lugar y hablar con las personas, para mí sorpresa habían algunos argentinos y pegué onda enseguida, me acerque al grupo de las chicas que estaba en un costado y resulta que también una de ellas era argentina pero se ve que no le caí muy bien o era alguna de esas chetas que tratan mal a todo el mundo, no me las banco y eso que yo trató bien a todo el mundo pero al menos las demás eran re copadas.

De un momento a otro, empezaron todos a bailar pero yo todavía no tenía la confianza suficiente para ir y bailar como si fuéramos amigos de toda la vida, aparte ni idea de cómo se baila este tipo de música, ahora sí me  llegas a poner Rodrigo o alguna cumbia y te bailo todo. Me quedé en un rincón mirando a todos mientras tomaba un poco de alcohol, total mis papás no tenían problema, sin embargo me tenía que controlar, era el pedido de ellos. De un momento a otro, Pablo se acercó a mí.

— ¿No bailas?

Dejó su vaso de alcohol en una mesa que teníamos al lado.

— Me da un poquito de vergüenza.

Dije apenada, el se rió de mí.

— Ven, baila conmigo.

Él me tomó la mano y me llevó a dónde todos bailaban, colocó sus manos en mi cintura y yo me pegué un poco más a él y empezamos a bailar, claramente éramos malísimos pero al menos nos divertíamos y eso era lo que importaba, teníamos bastantes roces y podía jurar que ya estaba roja como un tomate y más cuando de un momento a otro él me robó un beso para después actuar como si nada y seguir bailando conmigo pero yo tampoco me quedé atrás, lo tomé de la nuca para tener mejor agarré y lo besé, un beso bastante subido de tono pero no me importaba quien nos viera. Sentí como sus manos bajaron hacia mi cadera y tal vez un poco más abajo.

— Creo que ese alcohol te afectó un poco.

Se burló, yo lo fulminé con la mirada.

— Cállate un poco y déjame de joder.

— Cállame.

Dicho y hecho, lo callé volviendo a besarlo y él ya había bajado sus manos a mi culo y a estas alturas estaba más manoseada que fruta de mercado pero no seguimos más, si no, sabíamos cómo iba a terminar todo esto.

En un momento me alejé de la pista de baile improvisada aunque seguían pasando música y yo seguía tomando, sin perdí la cuenta de todo lo que tomé, me acerqué a dónde estaba Pablo, quien estaba con un chico que tenía cara conocida.

— HOLAAAAAA

Les grite, ya que la música estaba muy alto, los dos me saludaron y empezamos a hablar.

— Para para, yo a voss...

Señalé al chico que me resultaba conocido, el me miraba atento.

— Yo te conozco de algún lado eh

Arrastraba las palabras y se notaba bastante.

— Pues no tengo idea ¿Tu quien eres?

— Isabella Messi Rocuzzo

Me tropecé en mi propio lugar pero Pablo me agarró y volvió a ponerme en mi lugar, el chico de cara conocida solo se reía y después parece que me reconoció o entendió porque yo lo reconocía a él.

— Ah, pues yo jugué con tu padre, Soy Pedri, ¿Tu eres Isabella? Pablo me habló de tí pero no sabía que eras hija de Leo, se perdió el detalle.

Yo solté una carcajada y seguí diciendo boludeces y tomando.

— Isabella, para ya de tomar ¿Estás borracha?

Dijo Pablo tomándome de la cintura para que yo no me caiga.

— Nooooo no no no ¿Cómo pensas que YO, Isabella Messi Rocuzzo voy a estar borracha eh? Desubicado

El me arrebató el vaso de Vodka que tenía en la mano y yo le dije la biblia de los insultos.

— Tienes que irte a casa, ven que te acompaño.

Me tomó de la cintura y él saludo a todos, yo también quise saludar.

— ¡CHHAU GENTE COPADA!

Pablo me calló rápidamente y salimos del lugar, el tratando de que mantenga el equilibrio me subió al auto, yo era literalmente una conciente inconsciente.

Cuando llegamos a casa entramos por la puerta de costado que daba a la cocina y yo me apoyé en la mesada, el estaba frente mío sin soltar su agarré de mi cintura.

— Te prepararé un café así se te pasa un poco lo ebria.

Quiso soltarme pero yo lo volví a agarrar y posicioné sus brazos devuelta en mi cintura.

— Grracias Pablito lindo, Grracias.

El se rió.

— ¿Vos sabías que.... Que sos muy lindo? Pero muyy lindo.

Pasé mis manos por su cuello y amague para besarlo pero solo lo abracé.

— Vale, detente; que tú eres la linda aquí y que te tengo que prepararte el café.

Él me soltó y no se percató de que me caí al suelo, al darse cuenta, él volvió a levantarme pero yo estaba dormida asi que tuvo que levantarme y cargarme en sus brazos, como una princesa, yo desperté y me reí. Subió las escaleras lentamente y con cuidado hasta llegar a mi habitación, me acostó en la cama y cuando se estaba por ir, yo lo tomé de la mano.

— No no no te vayas, quédate.

Él dudo un poco pero accedió, se acostó y yo me recosté en su pecho mientras el acariciaba mi pelo y no sé cuándo me quedé dormida.

Al día siguiente me tuve que aguantar un gran dolor de cabeza producido por la resaca y todo lo que me decían mis papás por haberles desobedecido, al menos, no le dijieron nada a Pablo, de hecho, le agradecieron por cuidarme.

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Te amo Isa borracha

Otro q ya tenía preparado por si no llegó a subir de vacaciones, otra cosa, ni idea con esto, lo escribí a las 4 de la mañana, espero que le guste.

1150 palabras.

Gummy bear ; Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora