No dormí nada en toda la noche, no podía. Intenté llamar millones de veces a Pablo pero simplemente no obtenía respuesta, me sentía muy mal, de todas las formas en las que alguien se podría sentir mal.
Hoy, ya era de mañana y yo estaba hecha un desastre, con mis ojos hinchados y rojizos de llorar y mi cabello todo despeinado, intenté arreglarme lo más que podía para salir de mi habitación y bajar para, al menos, desayunar aunque sea algo.
— Ay, mi vida, ¿Cómo estás? — preguntó mi mamá en un tono de pena, haciéndome una cara dando a significar que me tenía lástima.
Ella se quedó conmigo el resto de la noche, tratando de calmarme y dándome consejos o ideas sobre lo que podía hacer aunque a decir verdad, yo me encontraba perdida, era una de esas situaciones en donde entro en pánico y quedo paralizada. Esas situaciones donde prefiero huir antes que resolver el problema y justamente eso; era lo que me ponía peor.
No quería huir de Pablo, no quería huir de lo más bonito qué me sucedió en estos años.
— Mal. — contesté y me senté en la mesa soltando un bufido, apoyé los brazos en ella y luego mi cabeza sobre estos.
— Toma, te va a hacer bien. — mi mamá me acercó un té verde y yo le agradecí dándole una sonrisa.
Me quedé pensando una vez más como podía arreglar esto porque Pablo no respondía ni mis mensajes ni mis llamadas, lo que me generaba un nudo en la garganta.
No me quedaba otra manera de acercarme más que hablando con sus amigos por qué él no mr va a escuchar.
Rápidamente me levanté de mi lugar y subí a mi habitación a cambiarme, me puse algo cómodo pero también quería estar linda, quería que él me viera. Después de esto, me maquillé y me arregle un poco más, luego bajé y le pedí a nuestro chofer que me lleve hasta la universidad que ahora usaban para que el plantel de la selección española entrene y descanse, mientras llamaba por teléfono a Pedri.
— ¿Isabella? — preguntó y en su tono se notaba que estaba molesto — ¿Que quieres? — volvió a preguntar.
— Estoy yendo para allá para hablar con Pablo sí o sí y no te estoy preguntando, te estoy avisando. — antes de que él diga una palabra, yo seguí — Sé muy bien que a vos no te tengo que aclarar nada pero lo que pablo, vos y los demás piensan que hice es un error, yo jamás y escuchame; JAMÁS besaría a garnacho, que les quede claro, él fue quien me agarró a la fuerza y me besó a mí. — suspiré después de todo lo que dije.
— Está bien... — hizo una pausa. — Pero a mí no me lo tienes que decir, se lo tienes que decir a Pablo — terminó su frase.
— ¿Y qué te pensas que estoy por hacer? — colgué.
Llegué al supuesto hotel donde se hospedaban y aunque todo el trayecto me hice la valiente, mis piernas estaban que temblaban. Logré que me dejaran pasar y para mi suerte, en todo el camino hacia la habitación de pablo, quien la compartía con pedri, no me encontré a nadie.
Suspiré frente a su puerta y me animé a golpear dicha. Detrás de ella se escuchó un leve "Pase".
Abrí la puerta y entre con cuidado, al ver de quién se trataba su expresión cambió y puedo jurar sentir mi corazón aplastarse un poquito. Sus ojos estaban cansados y lo reflejaba en su mirada, también estaban rojizos, había llorado y eso me partía en dos.
— Vine a explicarte las cosas. — rompí el silencio mientras cerraba la puerta con seguro.
— ¿Explicarme qué? ¿Cómo me engañaste con el primer tío que te cruzaste por ahí? — preguntó de mala gana, yo suspiré para ir y no matarlo.
— No Pablo, las cosas no son como crees, por favor, sentate, escúchame y déjame que te explique al menos, después vos decidís si queres seguir o no. — me senté en el borde de la cama y ya para el final de la oración, mi voz se quebró. Él no dijo nada, solo me hizo caso — Yo conozco a Garnacho desde que me mude a Paris, antes de que fuésemos novios, hablábamos y teníamos cierto interés el uno con el otro pero resultó ser que era todo mentira, él me ilusionó pero de una manera demasiado horrible, yo nunca te lo dije, la pasé muy mal, mientras él iba y se hablaba con otras, probablemente haciéndoles lo mismo, incluso llegó a acosarse con una de mis amigas, esto duró unos tres meses. — hice una pausa, él me miraba atento — como ya todos sabemos, lo superé y mis sentimientos por vos empezaron a crecer desde ese primer beso, el día de tu cumpleaños, paso lo que paso, nos volvimos novios y él se enteró hace poco, unas semanas antes de que se hiciera completamente público. Empezó a mandarme mensajes por instagram a nivel pesado, como todos esos tipos y yo solo los ignoraba hasta que apareció acá, en Catar, su presencia me puso muy incómoda, no sé si lo pudiste llegar a notar.... — en ese momento él asintió — y bueno, allá en la fiesta, volvió a aparecer, me choqué con él saliendo del baño y me empezó a decir pelotudeces como que aunque quiera no podía evitarlo y en el momento en el que me quise ir, él me agarro muy fuerte de los brazos y me besó, te juro que en ese momento sentí como duraba una eternidad y también te juro que intenté de todo para separarlo, te lo juro Pablo, yo no quería besarlo, jamás besaría a otra persona que no fuese vos, yo te amo solo a vos. — a este punto las lágrimas ya salían sin control alguno de mis ojos.
Yo me levanté para irme pero él me tomo del brazo y simplemente me abrazó, abrazo que yo correspondí. Empecé sentir mi cuello húmedo y me dí cuenta que él también estaba llorando, lo escuchaba sollozar.
— Perdón, tenía muchísimo miedo, miedo de todo. No quería afrontar la verdad porque si me habías engañado, no podría soportarlo, lo siento, de verdad — se aferró más a mí.
— Está bien, Pablo, ya esta, tenes que saber que jamás haría eso, ni se me cruzaría por la cabeza, mis ojos estan puestos solamente en alguien y ese alguien sos vos. ¿Me escuchaste? — el asintió.
Volvimos a mirarnos de nuevo de esa forma, con ese brillo en los ojos y nos besamos, probablemente el beso más tierno que tuve en mi vida, no duro mucho ni duro poco, duro lo justo, duro lo necesario para que mágicamente todo estuviera bien. Al separarnos, nos reímos.
— Nos vemos tan tontos llorando a la vez — dijo él y nos reímos una vez más, juntos.
— Te amo — confesé.
— Te amo más, Isabella. — confesó.
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QUE CHULIS DIOS NO PUEDO MÁS
me di cuenta que todas las expectativas y mi vara ALTÍSIMA con los hombres la cree yo misma escribiendo este fic y lo peor de todo es a ningún hombre es como pablo en esta historia 😔😔
todo es tristeza desde que gavi se lesionó
anyways, espero que estén bien y les haya gustado (si es asi no se olviden de votar porfi)
1213 pablabras.
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Gummy bear ; Pablo Gavi
Fanfiction𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 ; Pablo a los 13 años defiende a una chica para que la dejen jugar y resulta ser la hija del mejor jugador del mundo, Lionel Messi. O 𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 ; Isabella va a la Masia todos los dias a saludar al chico que la dejo jugar cua...