Si alguna vez Chandler había sido malo, no lo recordaba. Se comportaba de lo más tierno con su hermano, por la mañana trabajaba, por la tarde jugaba con el mientras yo estudiaba y por la noche compartíamos la cena todos juntos. Y cuando la vocecita de el niño dejaban de escucharse por los pasillos, Chandler se convertía en un amante sensacional.
Ambos debíamos admitir que mis suegros nos habían dado una hermosa oportunidad para probar suerte como padres y aunque Chandler se quejara cuando Grayson pataleaba por todo tipo de juguetes en el supermercado, parecíamos toda una familia. Claro que no era de lo más normal, porque el era el hermano de mi esposo y la "familia" acababa cuando Gina y William volvieran de su viaje.
-Me rindo-gritó Chandler mientras bajaba las escaleras-. No sé como hace mamá para peinar a el niño, es que no se queda quieto y el cabello le sale mal-se quejó.
-No es tan difícil-dije divertida mientras él se sentaba a mi lado.
-¿Por qué no lo intentas?-preguntó encendiendo el televisor-. Grayson, ¡ven aquí!
Tras escuchar el grito de Chandler, Grayson bajó las escaleras corriendo con entusiasmo. Su escaso fleco estaba enmarañado y su cabello mal peinado,
Contuve la risa al verla acercarse a mí. Chandler frunció el ceño y Grayson alzó los hombros defendiéndose. Senté a Grayson sobre mi regazo y observé a Chandler con detenimiento.
-Vas a traumarlo si sigues haciéndole estos peinados-lo regañé y luego reí.
Golpeó levemente mi hombro para luego quejarse con el ceño fruncido.
-No es mi culpa, nunca nadie me ha enseñado.
-Chandler, por Dios, aprende a peinar.
Grayson rió y Chandler volvió a fruncir el ceño. Se cruzó de brazos y apoyó su espalda contra el sillón.
-Disculpa, no quería arruinarle el cabello a mi hermano.
-Ve a buscar el cepillo-le dije a Grayson.
El corrió escaleras arriba y me acerqué a Chandler.
-Nadie te ha regañado, tontito-besé su mejilla-, y no le has arruinado el cabello. Estaba molestándote, no seas tan sensible.
-Es que no sé cómo peinar a un niño-observó el televisor sin prestarle atención alguna-. A ti no te tengo que peinar.
-Ya, deja de lamentarte, señor sensibilidad-dije riendo.
-Aquí llego yo-gritó Grayson saltando desde el último escalón.
Chandler volteó a verlo y le sonrió, su hermano le devolvió la sonrisa y se sentó sobre mi regazo. Sostuvo el cepillo entre sus delicadas manos mientras yo me dedicaba a desatar su cabello.
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La bella y la bestia | chandler riggs.
FanfictionQue feo es cuando la persona que más ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con un...