Lo sentí suspirar y abrí los ojos para observar su mirada confundida sobre la manta que nos cubría a ambos.
-Voy a dormir en la habitación de huéspedes.-dijo y se puso de pie.- Que descanses.-fue lo último que escuché de él. Salió y cerró la puerta.
Abrí la boca quedando totalmente perpleja ante su reacción. Observé la puerta unos segundos, estaba confiada en que volvería, pero, luego de diez minutos desistí de esa posibilidad.
-Dijo que no se enojaría.-murmuré casi llorando.
Observé el lugar vacío a mi lado y no pude evitar soltar una lágrima. Me había dejado sola, luego de haberle dicho que lo amaba. No había habido respuesta alguna y se había ido. Apoyé mi mano sobre su lugar en la cama y abracé su almohada. Habíamos pasado trece noches durmiendo juntos y de repente me encontraba sola.
Logré conciliar el sueño luego de sollozar sobre la almohada de Chandler. Quería volver el tiempo y no pronunciar esas dos palabras que habían arruinado la relación entre Chandler y yo.
Desperté al sentir un fuerte grito escaleras abajo. Me senté en la cama y observé a mí alrededor.
-¡Empieza a entender las ordenes!-gritó una poderosa voz que reconocí al instante. La angustia se apoderó de mi y mis ojos se aguaron.- No quiero volver a verte por aquí.-gritó nuevamente y su voz se sintió más cercana a mi.- ¡Vete de aquí! ¿Qué haces allí esperando?-definitivamente estaba más cerca de lo que pensaba.- No tendrás paga hasta que no cumplas con tu trabajo.-dijo más calmado.- Ahora, retírate de mi casa.-gruñó y entró a la habitación.
Al entrar se me quedó viendo. Las lágrimas que inundaban mis ojos comenzaron a resbalar por mis mejillas utilizándolas como un divertido tobogán.
Chandler llevaba unos pantalones rojos, remera gris y una campera de cuero negra. Tragó saliva y desvió la mirada.
-He venido por algo, ya me retiro.-dijo y caminó hasta el armario. Asentí sabiendo que no me correspondía su mirada.
-Chandler...-dije casi en un susurro. Se volvió a verme.
-Si, lo se, perdona.-dijo. Observé su expresión.- Se que te han despertado mis gritos, es que me pone los pelos de punta que la gente no sepa hacer su trabajo.-se excusó.
-Si, entiendo.-dije y sequé mis lágrimas bruscamente.- Igual, ya es hora de despertar.
-Mejor entonces.-dijo y siguió revolviendo un cajón.- Puedes bajar a desayunar cuando quieras.-me informó.- Grayson pasara la tarde aquí.-añadió.
-Oh, genial.-hice un esfuerzo por sonreír y me puse de pie.- ¿Por qué?-pegunté luego.
-Mis padres deben ir a un pueblo cercano a causa de un funeral y la niñera les ha fallado.-me comentó y sacó dinero del cajón. -Aquí estabas.-le habló al dinero y alzó su mirada para observarme.
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La bella y la bestia | chandler riggs.
FanfictionQue feo es cuando la persona que más ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con un...