¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⊹ ˓˓ ╱ Miedo.
ᅠᅠ ᅠᅠ ᅠ ᅠ ᅠ
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝓟uedo escuchar unas voces a mí alrededor, se mueven rápidas y... ¿preocupadas? No puedo entender bien lo que dicen, tampoco puedo abrir mis ojos para verlas, pero sé que Qiang no está entre ellas, eso logra desmotivarlo a no despertar…
—Mira Ping, se mueve… Está despertando —Y mi cuerpo se mueve inconsciente al pensar en ella.
Ahora puedo ver la figura de aquellas voces, una tan gentil como las flores que rodean mi campo de visión y la otra firme, pero delicada como las notas musicales que lleva en sus manos tersas. Logro reconocer de inmediato a una de ellas como una diosa.
—Impresionante, sostuviste al señor del vórtice hasta el amanecer. La mayoría habría muerto en los primeros minutos —habló la mujer hebras azuladas.
—¡Ping! No seas así con él. Es un milagro que ellos dos hayan salido con vida… —¿Dos?
Cumplió su promesa. Apenas busqué la segunda persona de la que estaban hablando, me topé con su cuerpo frágil y herido, tan lastimado que los traumas en su tersa piel fueron evidentes a la vista. Qiang estaba viva, respirando y a mi lado como me había prometido hace tantos años… Mi querida diosa, mi vida.
—¿Él está bien? —Ahí fue cuando lo conocí, conocí el miedo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
