이십오 ⚠️

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(N/A: este capítulo tiene contenido que puede afectar la sensibilidad de algunos lectores.)

¿Cuántas emociones puede soportar una persona en un día? ¿Cuántas antes de estallar? No sé como sigo de pie, como es que aun no me he desmayado o mínimo vomitado todo lo que comí en la mañana, tengo la boca seca, un escalofrío no deja de recorrerme, me siento jodidamente mal y ahora vendrá una nueva sorpresa, que sé que será mucho peor que la anterior.

Trago saliva y río de manera nerviosa, paso mis manos por mi cabello, mis palmas están sudorosas, pero creo que estoy sudando frío, respiro profundo, mientras miro a Seulgi con una sonrisa fingida.

—Oh, no tengo mucho tiempo ya, pero, escucho lo que me tengas que decir, claro- balbuceo, Seulgi nota mi nerviosismo, no sé como interpretar mi mirada.

—Es algo serio y como dije, todos los días de mi vida me he arrepentido de esto, nunca te había podido ver a la cara, tampoco hablarte, supongo que todo este tiempo pensabas que yo te odiaba o algo así— ríe —pero no, en realidad, pasaron cosas Jihyo... ¿recuerdas la fiesta donde Jisoo te fue "infiel"-

Flaskback (POV: Seulgi).

Nunca me habían gustado las fiestas, me daba ansiedad estar rodeada de un montón de personas que ni siquiera conocía, con el ruido, el calor, el asqueroso olor a cigarro y de vez en cuando a alcohol. Si, yo era esa chica que se la pasaba encerrada en su cuarto con la vista pegada a un libro. Pero ese día fue diferente.

Dicen que los gemelos son idénticos incluso en el pensamiento, que es algo que también pasa con los mellizos, pero Daniel y yo éramos como el agua y el aceite, no se si sea porque él tragó líquido amniótico y ya se andaba muriendo la razón por la cual era un completo imbécil, yo sentía que era mi responsabilidad cuidarlo, además era la "mayor". 

Ese día Daniel me dijo que iría a una fiesta, pero decía que era un lugar súper inseguro, que era peligroso y que ojala, no le pasara nada malo estando él solo a altas horas de la noche por allá. Yo, como la buena y estúpida hermana mayor que debía ser, después de escucharlo quinientas veces repitiendo eso, dije que lo acompañaría, porque me preocupaba mucho que algo malo le pasará estando solo.

Así que llegamos a la fiesta, Daniel no dejaba de ver a dos chicas, yo no conocía a una, pero a la otra si, su nombre era Jisoo y podría decirse que me gustaba, pero no me atrevía a acercarme, además, según yo la chica con la que estaba era su novia. Daniel estaba hablando con Seungwu, quién en ese entonces era su mejor amigo, hablaban en voz baja, para que no los escuchara, pero parecía que estaban hablando algo.

Seungwu se fue, note como se acercaba a la chica que estaba con Jisoo, se quedo hablando con ella por un buen rato y luego, se la llevó, dejando a Jisoo sola. Sentí unos golpes en mi hombro, era Daniel, con su sonrisa de niño bueno extendió un vaso rojo hacia mí, lo tomé y me di cuenta que tenía bebida, levanté una ceja confundida.

—Sólo... ¿puedes ir a hablar con esa chica de allá— señaló a Jisoo —ganarte su confianza y... darle esta bebida?-

—¿Por qué debería hacer eso?- pregunté con desconfianza.

—Vamos noona, se una buena hermana mayor y ayúdame. después te lo contaré, se que te conviene- hablaba como un niño pequeño suplicando por algo, no me sentía convencida, pero por alguna razón, yo le hice caso.

Fui con Jisoo, no tenía idea de como iniciar una conversación, pero lo logré, la otra chica no regresaba, pero Jisoo de inmediato me tomó confianza, podría decir que era una chica bastante ingenua, fue por esa razón que, fue demasiado sencillo que se tomará todo el vaso, no me cuestionó, no desconfió, sólo lo hizo, recuerdo que dijo algo como "oye, sabe un poco extraño".

Oh my God  [Jitzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora