Oh my God [Jitzu]

아홉

Tzuyu.

—¿Y cómo va todo en las terapias?- me pregunta Chae mientras esperamos a que nuestro profesor de Psicogenética, ya se está tardando demasiado en llegar, lo que en parte es bueno porque Mina tampoco aparece por ningún lado y hoy tenemos que entregar un trabajo importante ¿Dónde se habrá metido la pingüina?

—Pues lo normal, la psicóloga a veces me abruma mucho con las preguntas que me hace pero, siento que ya estoy logrando superar varias cosas. Además, volver a hacer cosas que me gustan y Elkie me tenía prohibidas me ayudan demasiado-

—Sabes que cuentas conmigo para lo que necesites, aunque últimamente te noto muy pegada a la señora esa, ¿Cómo se llama? ¿Jihyo? Bueno, a ella, sé que te ayuda y eso pero, a veces siento que son más cercanas de lo normal-

Jihyo ha sido un gran soporte para mí. Iniciando por el hecho de que ella me defendió de Elkie y me ayudó a librarme de ella.  Ha estado conmigo todo este tiempo, y si es verdad que nos hemos vuelto muy cercanas, en parte es porque ambas tenemos gustos muy similares: leer, salir en bicicleta, MUSE, cantar y el ramen, entre otras cosas. A ella le gusta acompañarme de vez en cuando a mis clases de arquería, dice que soy muy buena en ello, incluso una vez me dijo que está orgullosa de mí. Esa vez casi me desmayó, no lo podía creer.

No puedo negar que hay una pequeña parte de mí que se siente confundida y un tanto asustada, aparece cuando me preguntó a mí misma ¿Qué es lo que siento por Jihyo? Es algo que no soy capaz de descifrar aún. En un inicio la veía como a una hermana mayor, pero siento que eso ha ido cambiando. Tenía la ilusión de algún día estar en una relación con una mujer mayor que yo, para mi fortuna o mi desgracia, Jihyo tiene todo lo que estoy buscando: hermosa, inteligente, cariñosa, atenta... sensual... intimidante. Su capacidad para asumir y analizar las cosas era increíble, es una mujer a la que no se le puede engañar. La había escuchado hablar con personas de su trabajo, su tono cambiaba a uno serio, a veces podía ser frío o incluso molesto, dependía de la situación. Verla y escucharla actuar así simplente me fascina, soy una masoquista de mierda que le encantaría que un día le gritara así para después pasar a otra cosa.

Pero de pronto debo volver a la realidad, yo nunca podré estar con ella, Jihyo jamás me verá como algo más que su hermana menor, porque estoy segura que es lo que soy para ella. Además, joder, ella esta casada, hasta tiene una hija, debo de admitir que tengo mis dudas acerca de que si es feliz con el idiota de Kang Daniel, pero lo sea o no, es algo en lo que yo no me puedo meter. Debo de olvidarme de ella, dar lo mejor de mí para dejar de verla de esa manera. Algo entre nosotras es algo imposible. Ella sólo será un oscuro deseo.

—Tzuyu- la voz de Chae me saca de mis pensamientos –han dicho que el profesor no vendrá porque tuvo un problema ¿en qué estas pensando? Vamos a buscar a Mina, le marco y no me contesta-

—Me parece extraño y un poco preocupante, vamos a buscarla, espero que todo este bien-

Tomamos nuestras cosas y salimos del salón para buscar a Mina. Pasamos al rededor de diez minutos buscándola juntas pero simplemente no aparece, así que decidimos separarnos. Comienzo a frustarme al no ver a Mina por ningún lado, al mismo tiempo que comienzo a preocuparme. Llego a una zona del edificio de la Facultad que casi siempre está sola, los salones son pequeños pocas veces son utilizados por esta razón. Por alguna razón me siento atraída, así que camino por el pasillo, observando los salones los cuales están cerrados y en oscuridad. De vez en cuando veo uno que otro alumno pero nada más. Llego al penúltimo salón, de inmediato algo capta mi atención: se escuchan sonidos dentro, me acerco y pego mi oído a la puerta, alcanzo a percibir respiraciones y jadeos. Trato de abrir la puerta pero tiene seguro.
Hay algo en todo esto que llama demasiado mi atención, por lo que recorro el pasillo para dar vuelta y llegar al otro lado del salón, donde hay ventanas las cuales están cerradas y tapadas por las cortinas, pero si no tienen seguro, pueden abrirse desde afuera.