Oh my God [Jitzu]

일곱

Desde unas semanas que mi vida dio un cambio importante. Le prometí a Tzuyu que la ayudaría y es lo que he estado haciendo todo este tiempo, no iba a dejarla sola, más porque lo que se venía era bastante fuerte.

Llevar a cabo, el proceso legal contra la tipa esa, fue más difícil de lo que pensé, en especial porque hubo un punto en el que Tzuyu dijo que quería acabar con todo y detener el proceso, al enterarse que Elkie tenía probabilidades de ir presa. Al final, decidió seguir con la demanda.

Otro problema es que no pudimos mantener mucho tiempo la situación oculta por mucho tiempo a los padres de Tzuyu, en un inicio ella se echó toda la culpa, pero obviamente yo no iba a dejar que la responsabilizaran por completo acerca de la decisión de mantener oculto lo que estaba pasando. En inicio los señores Zhou se molestaron mucho con nosotras dos, pero al final lograron comprender el porqué su hija no quiso decirle nada. 

Hace una semana por fortuna terminamos con todo esto, Elkie fue condenada a catorce años de prisión sin derecho a fianza. Para mí es una condena corta comparada a todo el daño que le hizo a Tzuyu, pero yo no puedo hacer nada al respecto. 

Seguí con mi promesa de  cuidar y ayudar a Tzuyu en lo que pudiera, por lo que también la he acompañado a sus terapias psicológicas. 
Me hace muy feliz ver que ella ha estado cambiando, cuando la conocí todo el tiempo miraba hacia abajo, habla en voz baja y se notaba insegura todo el tiempo, pero ahora la veo más contenta y segura. Ella me contó que su psicóloga le recomendó hacer algunas actividades que le gustan.
Tzuyu antes practicaba arquería pero después de se hizo novia de Elkie, tuvo que dejarlo, pero ahora ha vuelto a sus clases, cosa que también noto que la hace feliz.

Ahora la veo dibujar, cantar, leer todo el tiempo, de verdad que estaba avanzando para bien muy rápido y eso me hace demasiado feliz.

Hoy tengo una sorpresa para ella.

Suspiro mientras espero afuera del campus de Tzuyu a que terminen sus clases y salga. Aproveche que hoy Dahyun tiene un evento escolar y se quedará más tarde en la escuela, para venir por Tzuyu e ir por algo que sé que le va a encantar. 

Pasan unos minutos cuando la veo salir y caminar hacia mí, me sonríe a lo lejos y yo hago lo mismo. Por alguna razón, cuando me sonríe, me sonrojo y siento algo nerviosa. Siempre trato de alejar esos pensamientos y sentimientos, Tzuyu es como... una hermana menor. 

—Hola Ojitos, ya vine ¿me extrañaste? - empieza a reír. 

También es una locura, pero es increíble lo cercanas que nos volvimos Tzuyu y yo, supongo que es porque tenemos muchas cosas en común. Además, me siento muy cómoda estando con ella, no logro sentirme de ese modo con nadie más. 

—¿Cómo estas baby Yoda, nos vamos?- sonrío y abro la puerta del copiloto para que ella suba. 

—¡No soy una bebé!- me saca la lengua y se mete al carro, rio y me subo al auto también. Tzuyu me mira con los ojos entrecerrados mientras tiene los brazos cruzados. 

—Ok niña- sonrío más mientras enciendo el auto. 

—Tampoco soy una niña, jum- la miro enternecido ya que parece un cachorro enojado. 

—Bueno, no te enojes Tzunnie, tengo una sorpresa especial para ti, vamos ir por algo qué sé que amarás- sonrió y me pongo el cinturón de seguridad, cuando veo que Tzuyu se pone el suyo, enciendo el auto.

—¿Me dejas poner música?- me pregunta, de reojo puedo ver que tiene las mejillas infladas.

Lo único que hago es asentir. Tzuyu enciende la radio y busca en una estación, pareciera ser que no se decide por ninguna hasta que la detiene donde está sonando Señorita de Shawn Mendez y Camila Cabello.
Noto que se pone a cantar mientras mira por la ventana. Aprovecho una luz roja para verla: cuando la noto distraída, es cuando puedo apreciar lo hermosa que es. Tzuyu tiene un rostro, un cuerpo que pareciera tallado por los mismos ángeles.