Entre el amor y la lealtad - Katarina x Lux (LoL)

Capítulo 10 - Último día en la frontera

Flashback

Lux corría por los pasillos de la tercera planta del palacio en el que ha vivido toda su vida, rodeada de columnas blancas y gigantescas, con acabados circulares que sostenían los picudos techos con formas triangulares y de color azul marino, con cristales coloridos y algunos completamente transparentes con bordes negros, formando parte de la arquitectura tan característica de las casas de nobles demacianos.
La pequeña niña de cabellos dorados estaba al borde de llorar, pues las palmas de sus manitas se quemaban entre sí porque aún era incapaz de controlar su magia y no tenía a quién acudir para pedir ayuda ni consejos; entonces se dirigía a la biblioteca de la familia para buscar toda la posible información que pudiera encontrar, sin embargo, no tuvo éxito. Salió aún más apresurada a buscar a su institutriz y al encontrarla, se aferró a sus largas faldas para comenzar a llorar desconsoladamente por el dolor que estaba sintiendo, siendo incapaz de poder explicar que era lo que la tenía así.
Su institutriz se agachó para cargarla ente sus brazos y abrazarla para intentar calmarla, sintiendo una gran pena por la niña, pues sus padres nunca estaban en casa y la única persona a quien aquella chiquilla podía acudir era a ella, a quién básicamente le pagaban por hacerlo. La llevó a su habitación, ubicada en el sótano junto a la de otros sirvientes y la sentó sobre su cama mientras buscaba alguna pomada, al ya tenerla entre sus manos, sacó un poco y comenzó a acariciar en círculos las palmas de las manos de Lux, quien aún lloraba solo que de forma menos intensa. Parecía estar funcionando, su llanto se estaba calmando.
Los párpados de Luxanna estaban un tanto rojos después de todo lo que habría llorado y sus preciosos ojitos azules resplandecían al mirar a aquella mujer que había disipado su dolor, por lo que corrió a abrazarla nuevamente, se acurrucó en ella, buscando protección, y se quedó dormida ahí.

Con el paso de los años, Lux aprendió a manejar su magia por su propia cuenta, y cada que tenía alguna duda seguía sin poder confiar ni preguntárselo a alguien, por lo que su único refugio eran los libros y siempre estaba intentando conseguir cuantos pudiese, entre más para ella era mejor y pasaba infinitos días dedicados a su estudio. No obstante, cuando pasaba días sin encontrar cómo solucionar las dudas que podrían inundarla, solía desorientarse y perderse entre todos los pensamientos que inundaban su mente; generalmente no representaría un problema para ella, de no ser que eso le sucedía en pleno campo de batalla y la dejaba en posiciones bastante vulnerables, desprotegida.

Final del Flashback

POV Lux
Era una mañana más despertando al lado de Katarina, y mi última de momento, ojalá pudiera detener el tiempo y quedarme así con ella, para siempre. Mi rostro permanecía entre su cuello y su clavícula, y el resto de mi cuerpo estaba hecho bolita, regocijándose en el cuerpo de la pelinegra, quién en toda la noche no había dejado de abrazarme y sus piernas estaban entrelazadas a las mías. Al menos no tendría que despedirme ahora, sino por la tarde, debía reunirme con gente del pueblo y arreglar otros detalles antes de marcharme, aunque quizá podría pasar más tiempo con ella después de terminar mis deberes, no creo que a Xin Zhao le moleste.

Estaba en el café principal del pueblo, reunida con diez personas más de las distintas casas principales del poblado, y sus diversos negocios, desde agricultores hasta taberneros, había de todo un poco y estaban abiertos a que negociáramos para mantener la paz después de los cateos e inquietudes generadas tras nuestra visita.
Desayunamos juntos y me compartieron sus inquietudes, los costos generados y sus expectativas para mantenerse neutros aún después de los disturbios, mientras yo iba anotando cada detalle en mi libreta.

Al salir de la reunión, me despedí agradecidamente de todos, pues estaban siendo comprensivos y a Demacia no le convenía en lo absoluto perder territorios y mucho menos perder reputación ante pueblos neutros. Básicamente era un conflicto de intereses y de poder, y probablemente ellos lo entendían tanto como yo lo hacía.