Entre el amor y la lealtad - Katarina x Lux (LoL)

Capítulo 15 - Entre traidores y asesinos

Noticias
Ciudadanos, han pasado semanas desde la desaparición
de Luxanna Crownguard, nuestra heroica militante. Su
millonario rescate fue pagado y ni siquiera eso le bastó a esos
rufianes para traerla de vuelta. Deseamos gran consuelo para su
afligida familia y que la niña dorada tenga un mero descanso
eterno merecido, bajo la guardia de nuestros dioses celestiales.

POV Lux
-¿Qué carajos? ¿Acaso me están dando por muerta? - proseguí, tras leer la noticia. Pregunté, sorprendida.

-Tardaste demasiado en captarlo - mencionó Morgana.

-Dios, si mi familia dejara que escribieran artículos así de mi, yo también huiría.-decía Sylas, rascándose la nuca mientras leía el artículo.

-No te preocupes, no tendrías que huir, cariño. - respondió Morgana, poniéndole una mano en el hombro mientras sonreía.

Solo me dediqué a observar y a escuchar la escena, totalmente atónita. ¡Estos dos se dan!!  No me quería pronunciar al respecto hasta que terminaran de hablar, aunque parecía que mi presencia no les molestaba.

-¿Qué? ¿Por qué? - contestó Sylas, tan confundido como yo.

-Porque desde tu nacimiento que te habrían dado por muerto. Saliste tan feo que seguramente los doctores que te recibieron, te metieron de nuevo dentro de la pucha de tu mamá. - dijo Morgana, ahogada en su risa.

-Pero no tengo mamá. - Sylas seguía sin entender.

-¡Exacto!! - Morgana y yo estallamos en risa mientras el mago insultaba de mil formas a Morgana, haciendo que riéramos más.

Seguimos charlando por un rato más.

-Bien, me voy a preparar para la reunión de magos, nos vemos en unas horas. - dije por último, para salir de la habitación.

Estábamos en el sótano, en una habitación gigantesca hecha a base de piedras blancas y los cuadros se rodeaban de cristales de todas las tonalidades azules existentes, al fondo había una fuente gigantesca, hecha del mismo material.

-Demacia necesita reconocernos. Juntos somos más fuertes, y de estar juntos, Noxus ya sería nuestro. - pronunció Aslan, un mago de quinta con delirios de ser un segundo Sylas, solo que diez veces más patético.  -Tenemos que plantarles cara y hacernos escuchar- seguía.

-Lo único que conseguirás es que te maten. -respondí, cruzada de piernas en una silla al otro lado de la habitación, llevaba puesta una capucha negra.

-¿Tengo que hacerle caso a una niñita rica? Eres nueva aquí, tu vida no tiene pies ni cabeza y, ¿quieres imponerte? -Aslan contestó, como el idiota que era. Tuve ganas de meter su cabeza en un frasco de cristal por la eternidad.

-Bueno, es cierto. Tu apenas llegas. -apoyaba Agnes, otra maga con nada que destacar realmente y a quien ignoré por completo. 

-Sabía que eras un pendejo obstinado, pero no creí que también fueras un cobarde al que le gusta rogar.- me defendí, y Morgana se paraba al lado mío, apoyándome. 

-¿Te escribo un artículo sobre lo dura que es la vida de una niña noble con delirios, y otro sobre la misma niña que espera que le resuelvan cada inconveniente de su vida? - respondió, ocasionando algunas risas en la habitación. Golpe bajo, culpo a mi familia por este tipo de humillaciones. Qué mierda.