Capítulo 16 - Shurima

61 8 7
                                    

Mi nueva compañera y yo caminábamos por los antiguos suburbios de Shurima, escondidos entre los precipicios, con dirección a las pirámides centrales.

Llevábamos nuestras armas listas por cualquier situación que pudiese presentarse, los rostros casi vendados por completo, a excepción de los ojos y yo había cortado mis pantalones color beige a la altura de mis muslos, por el inmenso calor.

-Como odio a tu hermana.- dijo Sivir, frunciendo el ceño.
-Bueno, somos dos. -contesté sonriendo, mientras cortaba una pera en trozos y ofreciéndole un pedazo, lo aceptó.
-De matarla, ¿tu familia no te hará nada al respecto por contribuir a su muerte? - preguntaba la mujer, muy curiosa.
Me reí de inmediato por el comentario y me pareció que al principio que no le gustó nada. Después, si rostro estaba en completa confusión.

-Mi familia, eh.- proseguí, mientras jugaba con mis cuchillas.  -¿Mi padre para quién nunca fui suficientemente fuerte ni valiosa, mi madre que encaminó a mi hermana a su ruina con ese puto culto de mierda, mi hermano el que intentó asesinarme por órdenes de mi padre o, la idiota de Cassiopeia? ¿Hacerme algo? Sería posible. Si tan solo fueran mejores que yo.- respondí, sonriendo.

-Tu si que tienes una bonita familia.- se detuvo y la miré burlona de inmediato, porque Sivir ya no tiene familia, ni tras la caída de Azir. Las dos comenzamos a reír y seguimos caminando.

-Entonces, ¿por qué buscamos a tu padre?
-Porque si ese hombre y Swain no regresan pronto o, están muertos, Le Blanc asumirá el control en Noxus.
-Oh, mierda. ¿Y por qué no lo asumes tú?

-No tengo el apoyo de ninguna casa noble y mucho menos un culto que me respalde, como Le Blanc. Y la única persona en Noxus que me respalda había sido exiliada y después intercambiada como prisionera, acusada injustamente de un crimen de guerra en Jonia.

-Espera, ¿hablas de Riven?-

-Así es.-

-Y, ¿tus hombres?-

-Con o sin ellos es lo mismo. No me malentiendas, son buenos chicos pero estamos hablando de Le Blanc, seis chicos que nunca han pisado un suelo en guerra no son precisamente lo mejor para iniciar un batallón así en Noxus.

-Bueno, eso es completamente cierto.

Las dos permanecimos en silencio y continuamos nuestro recorrido. Al llegar a la primera pirámide, no encontramos rastro de nada ni nadie, y todo aparentaba estar de acorde a su estado natural pero encontramos armamentos antiguos. Solo había un problema, estaban flotando al centro y de agarrarlos, sabrá Azir cuantos bichos desérticos de mierda aparezcan. 

Sin embargo, a Sivir no pareció importarle y me arrojó una daga con Filo de Guinsoo, un arma casi mítica, de gran valor. Era más pesada que mis otras dagas, lo que me ralentizaba un poco y me fue muy díficil adaptarme a ella.

Estaba tan distraída intentando descubrir como utilizarla que no me percaté cuando la pirámide comenzó a desmoronarse, y Sivir me arrojó su escudo, haciendo que saliera volando y recibiera un buen golpe en la cabeza.

-¿Pero qué mierda fue eso? - exclamé mientras intentaba recomponerme.

-¡CORRE!! - gritó Sivir y lo siguiente que vi fueron soldados de arena junto con alacranes y fantasmas transparentosamente amarillentos corriendo detrás de la mujer tan gritona.

-AAAAAAH!- Seguía gritando Sivir mientras corría por su vida, parecía estar en una comedia y a la vez, en una película de terror de bajo presupuesto.

-Su puta madre, ¿qué carajos?? - fue lo último que alcancé a decir por la sorpresa, tras agacharme a recoger mi nueva daga y comenzar a correr en dirección contraria a ella, ahora los fantasmas me perseguían a mi.

Entre el amor y la lealtad - Katarina x Lux (LoL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora